
Dirigida por Scott Cooper y producida por Guillermo del Toro, Espíritus oscuros (Antlers) es un escalofriante thriller sobrenatural que combina mitología ancestral, drama familiar y terror psicológico. Ambientada en un pequeño pueblo minero de Oregón, la película explora el miedo desde lo más profundo: los secretos, el abandono y los monstruos que nacen de la desesperación.
La historia sigue a Julia Meadows (Keri Russell), una maestra que comienza a preocuparse por uno de sus alumnos, Lucas (Jeremy T. Thomas), un niño retraído y misterioso. A medida que intenta ayudarlo, descubre que en su casa se esconde algo aterrador: una criatura ligada a un mito nativo americano, el Wendigo. Lo que empieza como una historia de compasión se transforma en una pesadilla donde la línea entre lo humano y lo monstruoso se difumina.
Keri Russell ofrece una interpretación intensa y vulnerable, dando vida a una mujer que enfrenta sus propios traumas mientras intenta salvar a un niño de un destino aterrador. Jesse Plemons interpreta a su hermano, el sheriff local, aportando equilibrio y realismo al relato. El joven Jeremy T. Thomas logra transmitir inocencia y terror a partes iguales, sosteniendo gran parte de la carga emocional de la película.
Espíritus oscuros destaca por su fotografía sombría y su ritmo pausado, que construye tensión a través del silencio y la ambientación. Los paisajes boscosos, las minas abandonadas y las casas en ruinas crean un entorno opresivo que refleja el deterioro moral y económico de la comunidad. Scott Cooper combina el terror sobrenatural con un comentario sobre la pobreza, la adicción y el abuso, dándole profundidad a la historia.
Inspirado en la mitología de los pueblos indígenas norteamericanos, el Wendigo simboliza la codicia, la corrupción del alma y la pérdida de la humanidad. La criatura, presentada con un diseño aterrador y realista, no solo genera miedo, sino también compasión. Es una metáfora del dolor heredado y de los monstruos que creamos cuando negamos nuestras propias heridas.
Espíritus oscuros (2021) es una historia inquietante y visualmente poderosa, donde el horror sirve como espejo de la culpa y la tristeza humana. Con una dirección elegante, actuaciones notables y una criatura memorable, se convierte en una de las películas de terror más sólidas de su año. Una experiencia oscura, poética y profundamente perturbadora que deja huella mucho después de que termina.