
Expiación, deseo y pecado, dirigida por Joe Wright y basada en la novela de Ian McEwan, es una de esas películas que te rompe el corazón con elegancia. Ambientada entre los años 30 y la Segunda Guerra Mundial, cuenta la historia de Cecilia Tallis (Keira Knightley) y Robbie Turner (James McAvoy), dos jóvenes enamorados cuya relación queda destruida por una mentira de la hermana menor de Cecilia, Briony.
La película se divide en actos, donde cada uno muestra una nueva perspectiva o consecuencia de lo ocurrido en aquel verano fatídico. Desde el romance truncado, hasta los horrores de la guerra y el arrepentimiento profundo de Briony, la narrativa va hilando el deseo, el error y la culpa como un tejido doloroso y precioso a la vez.
James McAvoy transmite con solo una mirada toda la frustración y el anhelo de un hombre cuya vida fue arrebatada injustamente. Keira Knightley, con su porte elegante y distante, encarna a una mujer atrapada entre la pasión y la resignación. Y Saoirse Ronan, como la joven Briony, es la chispa que lo desencadena todo: una actuación poderosa en un personaje complejo que busca redención durante toda su vida.
Cada plano de la película parece una pintura. Desde los paisajes de la mansión hasta la desolación en las playas de Dunkerque, la fotografía es delicada, simbólica y emocional. El famoso plano secuencia de cinco minutos en la playa es una proeza técnica y emocional que muestra el caos de la guerra sin perder la belleza visual.
La música, compuesta por Dario Marianelli, usa el sonido de una máquina de escribir como ritmo principal. Ese golpeteo constante acompaña a Briony y su intento de reescribir lo que no puede borrar. La banda sonora es tan poética como dolorosa.
Expiación no ofrece finales felices fáciles. Es una historia sobre cómo una acción impensada puede cambiar el destino de varias vidas. Y cómo el deseo, el pecado y el arte pueden entrelazarse en un intento desesperado por redimirse.
Ideal para quienes aman el cine romántico, literario y melancólico. Una película que no se olvida.