
Dirigida por Neil Marshall, Hellboy regresó a los cines en 2019 con un reinicio que dejó atrás la visión fantástica y poética de Guillermo del Toro. Esta nueva versión buscó acercarse más al tono violento, sangriento y brutal de los cómics de Mike Mignola, apostando por un estilo más gore y una narrativa cargada de acción desmedida.
La historia sigue a Hellboy (David Harbour), quien debe enfrentarse a la bruja ancestral Nimue (Milla Jovovich), conocida como la Reina de la Sangre. Tras siglos de haber sido desterrada, Nimue regresa con la intención de desatar el caos y gobernar la Tierra, y para lograrlo pretende que Hellboy abrace su naturaleza demoníaca y se convierta en el líder del apocalipsis. Entre dudas, traiciones y batallas colosales, Hellboy deberá decidir si sucumbe a su oscuro destino o lucha por la humanidad.
David Harbour ofrece una interpretación distinta del demonio rojo, más ruda, cínica y atormentada, alejándose del humor entrañable de Ron Perlman. Milla Jovovich aporta presencia y misterio como Nimue, mientras que Sasha Lane interpreta a Alice Monaghan, una joven con habilidades sobrenaturales que se convierte en aliada de Hellboy. El reparto lo completa Daniel Dae Kim como Ben Daimio, un militar con un secreto bestial que agrega tensión al equipo.
A diferencia de las películas anteriores, esta versión abraza sin miedo el gore y la violencia explícita, con criaturas grotescas, batallas sangrientas y un diseño visual mucho más oscuro. Sin embargo, aunque los efectos especiales intentan recrear la estética del cómic, la sobrecarga digital y la falta de sutileza visual fueron puntos criticados por la audiencia y la crítica.
La banda sonora apuesta por un estilo más moderno y agresivo, con temas de rock y metal que buscan reforzar el tono rebelde y visceral de la película. El acompañamiento musical intensifica las escenas de acción, aunque en ocasiones se siente excesivo y poco integrado al relato.
Hellboy (2019) intentó devolver al personaje su esencia más brutal y cercana al cómic, pero el resultado fue divisivo. Aunque ofrece momentos de acción impactante y un enfoque más oscuro, careció del encanto y la coherencia de las versiones anteriores. Aun así, es una propuesta curiosa para quienes quieran ver una interpretación más sangrienta y directa del icónico antihéroe.