
Dirigida por Anna Foerster, Inframundo: Guerras de sangre (Underworld: Blood Wars) se estrenó en 2016 como la quinta entrega de la franquicia. Con un tono más oscuro y épico, la cinta busca cerrar el ciclo de Selene (Kate Beckinsale), llevándola a enfrentar no solo a los licántropos, sino también a sus propios congéneres vampiros en una guerra sin precedentes.
La historia sigue a Selene, aún marcada por la separación de su hija Eve y por la muerte de Michael. Sin aliados y perseguida por todos los bandos, Selene acepta unirse a un nuevo clan vampírico que la ayuda a descubrir secretos ancestrales. Mientras tanto, los licántropos, liderados por el ambicioso Marius (Tobias Menzies), se preparan para destruir a los vampiros de una vez por todas. En medio de esta guerra, Selene deberá decidir el destino de ambas especies.
Kate Beckinsale vuelve a encarnar a Selene con la misma fuerza y carisma que la convirtieron en un ícono del cine de acción gótico. Theo James regresa como David, quien se consolida como un aliado crucial y heredero de una poderosa línea vampírica. Charles Dance aporta su habitual presencia imponente como Thomas, mientras que Lara Pulver interpreta a Semira, una vampira ambiciosa que juega un rol intrigante. El villano recae en Tobias Menzies, cuyo Marius representa una amenaza implacable para Selene y su gente.
La película mantiene la estética gótica característica de la saga, con escenarios fríos y nevados que aportan un aire distinto a la atmósfera habitual. Las secuencias de acción destacan por su brutalidad y por el uso de efectos visuales más estilizados, mientras que el vestuario y la dirección de arte refuerzan el tono sombrío y elegante del relato.
La banda sonora utiliza tonos oscuros y electrónicos, acompañados por coros que subrayan la épica del enfrentamiento final. El tono general es más solemne y violento, con un aire de conclusión que busca darle cierre a la historia de Selene.
Inframundo: Guerras de sangre (2016) entrega un desenlace cargado de acción, traiciones y revelaciones, consolidando a Selene como uno de los personajes más icónicos del cine de acción sobrenatural. Aunque la crítica no fue del todo favorable, la cinta cumple como conclusión de una franquicia que se convirtió en un referente del género gótico moderno. Una despedida sangrienta que honra el legado de Inframundo.