
Dirigida por Paul Greengrass, Jason Bourne es la quinta película de la franquicia y marca el regreso de Matt Damon al papel principal después de casi una década. Estrenada en 2016, esta entrega busca retomar el tono intenso y realista de la trilogía original, con secuencias de acción espectaculares y una trama que mezcla conspiración, espionaje y tecnología moderna.
Años después de haber desaparecido, Jason Bourne vive en la clandestinidad, ganándose la vida en combates clandestinos mientras intenta dejar atrás su pasado. Sin embargo, nuevos documentos filtrados por Nicky Parsons (Julia Stiles) revelan información crucial sobre sus orígenes y el rol de su padre en el programa Treadstone. Este descubrimiento lo empuja de nuevo a una red global de vigilancia, traiciones y persecuciones que lo enfrentará a la CIA y a un letal asesino profesional.
Matt Damon retoma el papel de Bourne con su característica intensidad silenciosa, demostrando que el personaje sigue tan letal y carismático como siempre. Julia Stiles regresa como Nicky Parsons en un rol clave. Entre las nuevas incorporaciones destacan Alicia Vikander como Heather Lee, una joven analista ambiciosa de la CIA, y Tommy Lee Jones como Robert Dewey, el director de la agencia. Vincent Cassel interpreta al “Asset”, un asesino con cuentas personales pendientes con Bourne.
Paul Greengrass mantiene su estilo visual característico: cámara en mano, montaje acelerado y un realismo casi documental. La película incluye secuencias de acción espectaculares, como la persecución en motocicleta por Atenas y el clímax en Las Vegas, con choques masivos y combates cuerpo a cuerpo intensos. Aunque la trama es más sencilla que en entregas anteriores, el ritmo es implacable y la ejecución técnica impecable.
La música de John Powell (con contribuciones de David Buckley) retoma los temas clásicos de la saga y los actualiza con tonos más tecnológicos y tensos, acorde a la nueva era de vigilancia digital. El icónico “Extreme Ways” de Moby vuelve a cerrar la película, reafirmando la identidad musical de la franquicia.
Jason Bourne (2016) ofrece un regreso sólido al universo original, combinando acción de alto nivel con temas contemporáneos como la privacidad digital y la vigilancia masiva. Aunque no alcanza la complejidad narrativa de El ultimátum Bourne, entrega exactamente lo que los fans esperaban: un Bourne letal, persecuciones intensas y un estilo cinematográfico inconfundible. Es un cierre digno para el arco del personaje, con espacio para futuras historias.