
Dirigida por Shane Black y estrenada en 2025 con el título original Play Dirty, la película se abre con un atraco violento y caótico liderado por el ladrón profesional Parker junto a su socio Philly. El golpe, ejecutado en la sala de conteo de un hipódromo, se desmorona cuando un empleado asesina a uno de los ladrones y huye con el botín y su familia. Parker lo persigue hasta la pista y lo mata, asegurando el dinero, pero la traición final llega desde dentro del propio equipo. El conductor Zen dispara a Philly y a los demás, dejando a Parker herido y arrojado a un río, dando inicio a una historia marcada por la traición y la venganza.
Gravemente herido, Parker sobrevive y se recupera en un motel, donde promete a Grace, la viuda de Philly, vengar su muerte. Este juramento define su camino en Juego sucio, presentando a un protagonista regido por un código implacable: la traición siempre se paga. Con la ayuda de Grofield, un ladrón que ahora dirige una compañía teatral en decadencia, Parker comienza a rastrear a Zen. La investigación lo conduce a un entramado criminal más amplio, revelando que Zen fue parte de un escuadrón de la muerte en su país de origen y que el atraco inicial solo era el primer paso de algo mucho mayor.
El conflicto escala cuando Parker descubre que el dinero robado financiaba un golpe de mayor envergadura. El presidente corrupto De La Paz ha contratado al sindicato criminal conocido como la Outfit para robar un tesoro valuado en mil millones de dólares, extraído de un naufragio y destinado a una exhibición en la ONU. Zen y sus antiguos compañeros planean apropiarse del botín en nombre de su pueblo, mientras la Outfit busca enriquecerse. Parker propone una jugada aún más arriesgada: robar el tesoro después de que la Outfit lo haya robado, transformando la historia en una cadena de engaños superpuestos.
El núcleo de Juego sucio se desarrolla durante el elaborado asalto al tren automatizado que transporta el botín. Parker recluta a un nuevo equipo, incluyendo a los ladrones Ed y Brenda Mackey y al conductor Stan Devers. Disfrazados de trabajadores del metro, logran interceptar el plan, pero una serie de errores y accidentes provoca el descarrilamiento del tren. Al abrir los contenedores descubren que el tesoro ha sido reemplazado por rocas. La humillación fractura la confianza del grupo y pone en duda el liderazgo de Parker, demostrando que incluso el criminal más meticuloso puede ser superado.
Lejos de rendirse, Parker identifica un último objetivo: la figura decorativa del naufragio, valorada en quinientos millones de dólares. A través de secuestros, interrogatorios y persecuciones, el rastro conduce a un multimillonario y a una instalación fuertemente protegida en Nueva Jersey. El enfrentamiento final reúne a todas las facciones: la Outfit, los aliados de De La Paz y el propio Parker, que espera pacientemente la apertura de una bóveda con temporizador. Cuando el tesoro real queda expuesto, Parker decide destruirlo antes que permitir que caiga en manos corruptas, ejecutando su venganza definitiva.
El desenlace de Juego sucio reafirma la ética inflexible de Parker. Tras eliminar a los líderes criminales y provocar la caída pública de De La Paz, entrega joyas rescatadas a Grace, cumpliendo su promesa inicial. El último ajuste llega con Zen, quien le propone una vida más simple lejos del crimen, pero Parker la mata para saldar la deuda de sangre con Philly y los demás. La historia concluye sin redención ni arrepentimiento: Parker y Grofield regresan a sus vidas delictivas, dejando claro que en este mundo no hay finales felices, solo cuentas pendientes que deben cerrarse.