
En 1969, el joven Alan Parrish encuentra un misterioso juego de mesa llamado Jumanji. Al tirar los dados, desaparece sin dejar rastro, absorbido por el tablero. Años más tarde, dos hermanos huérfanos —Judy y Peter— descubren el mismo juego en la antigua casa Parrish… y al jugarlo, liberan no solo a Alan, ya adulto, sino también una selva entera que comienza a invadir la ciudad. La única forma de detener el caos: terminar el juego.
Rinocerontes desbocados, monos traviesos, plantas carnívoras y un cazador implacable: cada tirada trae un nuevo reto, empujando a los jugadores al límite. Pero entre gritos y persecuciones, también surgen alianzas, aprendizajes y valentía. Porque Jumanji no solo pone a prueba el ingenio, sino también el corazón. El tablero no olvida… y exige terminar lo que se empezó.
Dirigida por Joe Johnston y protagonizada por el inolvidable Robin Williams, esta película combina efectos especiales innovadores para su época con una historia llena de acción, humor y ternura. Aunque caótica en superficie, Jumanji es también una reflexión sobre el paso del tiempo, el miedo al cambio y el valor de afrontar lo que uno dejó atrás.
Cada jugador debe enfrentar no solo peligros externos, sino también temores personales: Alan debe reconciliarse con su pasado, Judy y Peter con la pérdida, y todos con la responsabilidad de sus decisiones. Lo fantástico aquí no eclipsa lo humano, lo real, lo que permanece después del ruido.
Jumanji (1995) es una historia sobre madurez, redención y el poder de cerrar ciclos con valentía. Ideal para quienes buscan aventura clásica, emociones genuinas y ese tipo de magia que no viene de un hechizo, sino del deseo de enfrentarse al caos… y volver mejores del otro lado.