
En esta quinta entrega de la saga, Scrat lleva su obsesión por la bellota… ¡al espacio! Su torpeza provoca una serie de eventos cósmicos que amenazan con destruir la Tierra. Mientras tanto, Manny, Sid, Diego y el resto de la manada deben emprender una nueva aventura para evitar el fin del mundo, enfrentando meteoritos, profecías y viejos conflictos familiares.
Manny sigue intentando conectar con su hija Melocotón, Sid quiere encontrar el amor, y Diego reflexiona sobre formar una familia. Pero el verdadero caos llega del cielo. La manada recurre a un excéntrico grupo liderado por Buck (el hurón cazadinosaurios) para entender lo que está ocurriendo y hallar una solución… aunque implique desafiar las leyes del universo.
Choque de mundos mantiene el humor físico y el ritmo frenético de las películas anteriores, pero también repite muchas de sus fórmulas. Los gags de Scrat siguen siendo lo más destacado, mientras que las subtramas familiares y los nuevos personajes no logran el mismo impacto emocional que en las primeras entregas.
Visualmente, la película ofrece escenarios espaciales y cataclismos prehistóricos con bastante color y movimiento. Sin embargo, el exceso de personajes y situaciones absurdas puede saturar. La emoción y el corazón que definieron a la trilogía original quedan un poco enterrados entre tantos chistes rápidos.
La era de hielo: Choque de mundos es una aventura ligera que entretiene a los más pequeños y ofrece nostalgia a quienes crecieron con la saga. Si bien no aporta demasiado al conjunto de la franquicia, sigue siendo una comedia animada con energía, locura… y una bellota que nunca se atrapa.