
Dirigida por William Brent Bell, La huérfana: El origen (Orphan: First Kill) es la precuela del exitoso thriller psicológico La huérfana (2009). Esta nueva entrega nos transporta al inicio de la historia de Esther, la inquietante niña que en realidad es una mujer adulta con una enfermedad rara. Con una mezcla de tensión, intriga y giros sorprendentes, la película ofrece una visión más profunda del personaje sin perder el espíritu retorcido que la hizo famosa.
La trama comienza cuando Leena Klammer (Isabelle Fuhrman) escapa de un hospital psiquiátrico en Estonia y adopta la identidad de Esther, la hija desaparecida de una acaudalada familia estadounidense. Al llegar a su nuevo hogar, es recibida por Tricia Albright (Julia Stiles) y su esposo, convencidos de haber recuperado a su pequeña. Pero lo que parece una nueva oportunidad pronto se convierte en un peligroso juego de manipulación, secretos y violencia donde nadie es lo que aparenta ser.
Isabelle Fuhrman retoma el papel de Esther más de una década después, y lo hace con una interpretación tan escalofriante como impresionante. A pesar del paso del tiempo, logra recrear la inocencia inquietante y la mirada gélida del personaje con absoluta credibilidad. Julia Stiles ofrece una actuación sorprendente, aportando una fuerza y frialdad que convierten su papel en un contrapunto perfecto. La dinámica entre ambas es uno de los mayores aciertos del film.
William Brent Bell apuesta por una estética sombría y elegante, ambientando la historia en un entorno de lujo y engaño. La fotografía utiliza tonos fríos y sombras que refuerzan la tensión psicológica, mientras que la dirección mantiene el ritmo justo entre el suspense y la violencia. La película no busca solo repetir la fórmula del original, sino ofrecer nuevas capas de ambigüedad y sorpresa.
La banda sonora, compuesta por Brett Detar, acompaña con precisión el tono inquietante de la historia. Los violines, los susurros y los silencios prolongados aumentan la sensación de peligro, mientras los sonidos cotidianos —una puerta que se cierra, un reloj que marca el tiempo— se convierten en parte del lenguaje del miedo.
La huérfana: El origen (2022) logra ser una precuela sólida que combina giros inesperados, actuaciones intensas y un final tan retorcido como ingenioso. William Brent Bell y Isabelle Fuhrman ofrecen una historia que expande el mito sin perder su esencia perturbadora. Una cinta de terror psicológico que confirma que Esther no solo asusta… también fascina.