
Dirigida por Rob Lowe, La mala semilla (The Bad Seed) es una nueva versión para televisión del clásico de terror psicológico de 1956. Estrenada en 2018, esta adaptación moderna explora la historia de Emma (Mckenna Grace), una niña aparentemente perfecta que esconde un oscuro y perturbador secreto.
Emma es una estudiante brillante, educada y querida por los adultos que la rodean. Sin embargo, tras la repentina muerte de uno de sus compañeros de escuela, su padre David (Rob Lowe) comienza a sospechar que su hija no es tan inocente como aparenta. A medida que las evidencias se acumulan, descubre que Emma es capaz de manipular, engañar y hasta cometer actos violentos con tal de salirse con la suya.
Mckenna Grace ofrece una interpretación escalofriante como Emma, logrando transmitir la dualidad entre dulzura y maldad. Rob Lowe, además de dirigir, interpreta al padre atormentado, aportando emoción y vulnerabilidad a su papel. El elenco secundario refuerza la tensión con personajes que oscilan entre la incredulidad y el horror.
La película conserva la esencia del relato original, pero la traslada a un contexto contemporáneo con dinámicas familiares modernas y una estética más actual. El tono visual apuesta por escenarios cotidianos, que contrastan con la maldad escondida en el corazón de la protagonista, generando un efecto inquietante.
La banda sonora acompaña de forma sutil, utilizando notas inquietantes y silencios estratégicos para aumentar la tensión en los momentos clave. El contraste entre la aparente normalidad de Emma y las acciones que comete se intensifica gracias al diseño sonoro.
La mala semilla (2018) ofrece una reinterpretación interesante de un clásico del suspenso y el terror psicológico. Aunque mantiene la simplicidad de un telefilme, consigue atrapar con la inquietante actuación de Mckenna Grace y el dilema moral de un padre que descubre la verdadera naturaleza de su hija. Una propuesta perturbadora que demuestra que el mal puede encontrarse incluso en los rostros más inocentes.