
Dirigida por Chris Appelhans y Maggie Kang y estrenada en 2025 con el título original KPop Demon Hunters, Las guerreras k-pop (2025) presenta un mundo donde el K-pop no solo llena estadios, sino que también mantiene a raya a los demonios que una vez casi destruyeron la humanidad. Hace 400 años, un trío de guerreras utilizó el poder de sus voces para derrotar al Rey Demonio Gwi-Ma y encerrar a sus huestes bajo la barrera mágica conocida como Honmoon. Desde entonces, ese legado se transmite de generación en generación a cazadoras que cantan para evitar que los demonios vuelvan a cruzar al mundo humano y, algún día, crear la Honmoon dorada que podrá sellarlos para siempre.
La historia se centra en Rumi, Mira y Zoey, la formación actual de cazadoras que también integra la banda de K-pop Huntr/x, número uno en listas de popularidad y ventas. Cada una tiene una personalidad marcada: Mira, encargada de las coreografías, es la rebelde “oveja negra” de su familia; Zoey, criada en Burbank, es la rapera y compositora del grupo; y Rumi es la vocalista principal, hija de una cazadora de la generación anterior. Junto a ellas está Celine, una ex-cazadora que adoptó a Rumi tras la muerte de sus padres y que la ha obligado a ocultar sus marcas demoníacas heredadas de su padre, un demonio. El contraste entre la vida de ídolas y la responsabilidad ancestral crea una tensión constante que sostiene el relato.
Mientras Huntr/x prepara su nuevo sencillo “Golden” tras una exitosa gira mundial, en el reino demoníaco Gwi-Ma se enfurece por los repetidos fracasos de sus súbditos. De ese caos surge Jinu, un demonio que propone un plan moderno y retorcido: crear una boy band de demonios disfrazados de estrellas de K-pop, los Saja Boys, para infiltrarse en el mundo humano y absorber las almas de los fans. La película juega con la estética brillante de la industria musical y el horror sobrenatural, mostrando cómo la fama y el fanatismo pueden convertirse en herramientas para un plan oscuro que amenaza con romper la Honmoon.
Rumi comienza a perder la voz justo cuando “Golden” está por lanzarse, revelando que su herencia demoníaca está profundamente ligada al destino de la barrera. Jinu se acerca a ella con promesas tentadoras y la manipula mientras introduce a Derpy, un tigre azul que atraviesa la materia, y a Sussie, un cuervo de múltiples ojos, como animales espirituales. En los Premios Idol, demonios disfrazados de Mira y Zoey revelan públicamente las marcas demoníacas de Rumi, provocando que sus compañeras la vean como una traidora. La confianza se rompe y Rumi queda atrapada entre la vergüenza por su origen y la sensación de no ser realmente amada, ni por sus amigas ni por Celine.
Gwi-Ma usa la actuación de los Saja Boys para lanzar un enorme hechizo: pone en trance a Mira, Zoey y al público, preparando el escenario para destruir la Honmoon y liberarse. Rumi, destrozada, llega al punto de suplicar a Celine que la mate para impedir el desastre, pero esa negativa solo intensifica su conflicto interno. En lugar de rendirse, decide enfrentar su miedo y se presenta con una nueva canción que habla sobre la vergüenza y el temor a ser uno mismo. Su actuación rompe el trance, despierta a Mira y Zoey y vuelve a unir, poco a poco, los lazos emocionales del grupo.
En la batalla final, las Huntr/x luchan contra Gwi-Ma y los Saja Boys en medio de un espectáculo que mezcla música, magia y peligro real. Cuando el Rey Demonio está a punto de matar a Rumi, Jinu se sacrifica, arrepentido, y le entrega su alma restaurada, fortaleciendo su poder. Con esa fuerza renovada y el vínculo restaurado entre Rumi, Mira y Zoey, el trío logra derrotar a Gwi-Ma, sellar a los demonios y crear una nueva Honmoon. Al final, Rumi deja de esconder sus marcas, se reconcilia con sus compañeras y se muestra ante sus fans tal como es, transformando su mayor vergüenza en símbolo de poder y autenticidad. Es un cierre luminoso que celebra la sororidad, la aceptación y el poder de la voz como herramienta para cambiar el mundo.