👁️ Maa (2025)

🌑 El terror nace cuando el amor se vuelve instinto

Dirigida por Vishal Furia y estrenada en 2025 con el título original Maa, Maa (2025) se instala en un horror mítico y emocional donde la maternidad no es solo ternura, sino un impulso feroz capaz de enfrentarse a lo imposible. La película construye su atmósfera desde la angustia: esa sensación de que algo oscuro respira detrás de lo cotidiano, como si el peligro hubiera estado allí desde siempre, esperando el momento correcto para manifestarse. En vez de apostar por el susto fácil, el filme se apoya en la tensión sostenida y en el miedo que se acumula lentamente, como un rumor que no puedes ignorar.

🧿 Kajol y una madre empujada al límite

La historia se sostiene sobre la presencia de Kajol, quien encarna a una madre obligada a luchar no solo contra una amenaza externa, sino contra el derrumbe interno que provoca sentirse sola ante lo inexplicable. Su interpretación no se apoya en la heroicidad, sino en el agotamiento, la rabia contenida y la desesperación que aparece cuando la protección se vuelve una cuestión de vida o muerte. La película la muestra dudando, temblando, resistiendo, y en esa vulnerabilidad encuentra su fuerza: porque el miedo no la paraliza, la empuja. El horror aquí duele más porque nace del vínculo más íntimo.

🏚️ Un entorno que parece maldito desde el primer silencio

El filme convierte los espacios familiares en un territorio hostil. La casa, las habitaciones, los pasillos y la noche misma se sienten cargados, como si cada pared guardara una historia que nadie se atrevió a contar. Maa (2025) juega con la idea de herencias invisibles: secretos que pasan de generación en generación y que se manifiestan no con palabras, sino con presencias, rituales y señales inquietantes. Todo lo cotidiano se vuelve sospechoso: una puerta entreabierta, un sonido lejano, un gesto que se repite demasiado. La tensión nace de esa certeza amarga de que el lugar donde deberías estar a salvo es, en realidad, el punto de origen del miedo.

🔥 Mitología, fe y un poder que despierta

La película se apoya en la mitología y en lo espiritual para darle al horror un peso distinto: no es solo “algo malo”, es una fuerza que se alimenta de culpas antiguas y creencias profundas. Sin entrar en excesos explicativos, el relato sugiere que la fe puede ser refugio, pero también detonante. Y aquí va un spoiler suave: el conflicto empuja a la madre a enfrentarse a una oscuridad que no se vence con lógica, sino con una transformación interior que roza lo sagrado y lo aterrador al mismo tiempo. El horror se vuelve ritual, y lo ritual se vuelve supervivencia.

🧍‍♂️ Personajes que intensifican la paranoia

A su alrededor, figuras interpretadas por Ronit Roy y Indraneil Sengupta aportan presión y ambigüedad, como si nadie estuviera completamente del lado de la verdad. La película usa estos vínculos para aumentar la sensación de aislamiento: cuando la protagonista necesita certezas, recibe dudas; cuando busca ayuda, encuentra miradas que esconden algo. Esa incertidumbre es clave, porque el miedo crece cuando no sabes en quién confiar, y el peligro parece moverse entre la gente con la misma naturalidad con la que se mueve entre las sombras.

🌘 Un final que deja marcas y no pide permiso

El desenlace de Maa (2025) apuesta por la intensidad emocional antes que por la comodidad. No todo se resuelve con explicaciones claras, y esa decisión refuerza el golpe final: algunas heridas no se cierran, se aprenden a cargar. La película termina con una sensación poderosa y amarga, como si lo vivido hubiera cambiado para siempre a la protagonista, incluso si el peligro inmediato se contiene. Es un cierre que insiste en su idea central: cuando el amor se convierte en guerra, una madre puede atravesar cualquier límite… y pagar el precio en silencio.