
Daisy, una adolescente estadounidense con una actitud distante y mirada perdida, llega a la campiña inglesa para pasar el verano con sus primos. Lo que parece ser un refugio bucólico pronto se convierte en una conexión profunda con la naturaleza, la familia y el primer amor. Pero la calma se quiebra cuando estalla una guerra mundial ficticia, y el país —y sus vidas— cambian para siempre.
En medio del caos, Daisy encuentra en Edmond más que un amor adolescente: una razón para resistir. Separada de él por la violencia del conflicto, emprende un viaje de supervivencia con una de sus primas pequeñas. En el camino, deberá enfrentarse a lo desconocido, a su propia fragilidad emocional y a la brutalidad de una guerra sin rostro. Lo que está en juego ya no es solo el amor, sino la posibilidad de seguir siendo humana.
Dirigida por Kevin Macdonald y basada en la novela de Meg Rosoff, Mi vida ahora combina la intensidad emocional de un drama íntimo con la amenaza constante de un mundo en ruinas. Saoirse Ronan, en una interpretación silenciosa y poderosa, encarna a una joven que descubre su fuerza en medio del colapso. La cámara se mueve entre paisajes serenos y momentos de tensión, mostrando cómo lo bello y lo terrible pueden coexistir.
La banda sonora se compone de piezas suaves y atmósferas inquietantes, con silencios que dicen tanto como las palabras. La música no invade: acompaña, se filtra, a veces desaparece, dejando que el entorno hable. Es una experiencia sensorial que hace de cada escena algo íntimo, incluso cuando el mundo está en llamas.
Mi vida ahora es una historia sobre amor, pérdida, transformación y resiliencia. Un retrato desgarrador de lo que significa crecer cuando todo a tu alrededor se desmorona. A través de una mirada joven y sensible, la película habla del dolor, pero también de la esperanza. Porque incluso cuando todo cambia, algunas conexiones son más fuertes que la guerra.