
Dirigida y escrita por Alex McAulay, No le digas a nadie (*Don’t Tell a Soul*) es un thriller psicológico que combina crimen, suspenso y drama familiar. Protagonizada por Jack Dylan Grazer, Fionn Whitehead, Mena Suvari y Rainn Wilson, la película explora cómo una decisión moral puede desencadenar consecuencias impredecibles y oscuras.
Dos hermanos adolescentes, Joey (Jack Dylan Grazer) y Matt (Fionn Whitehead), cometen un robo menor para ayudar económicamente a su madre enferma (Mena Suvari). Durante la huida, Hamby (Rainn Wilson), un guardia de seguridad, los persigue y accidentalmente cae en un pozo profundo. En lugar de ayudarlo, Matt decide mantenerlo atrapado para evitar que los descubran, mientras Joey lucha con la culpa y la conciencia. A medida que los días pasan, surgen revelaciones que cambiarán la relación entre ellos y el rumbo de la historia.
Jack Dylan Grazer ofrece una interpretación sensible y llena de conflicto interno, mientras que Fionn Whitehead encarna a un hermano mayor manipulador y violento con gran intensidad. Rainn Wilson destaca en un papel distinto a los que suele interpretar, aportando profundidad a un personaje que desafía las expectativas.
La dirección de Alex McAulay utiliza paisajes rurales y espacios reducidos —especialmente el pozo— para crear una atmósfera claustrofóbica y tensa. Los colores apagados y la iluminación tenue refuerzan el tono sombrío de la historia, enfocándose en los dilemas morales más que en la acción pura.
La música es discreta, dejando que los silencios y sonidos naturales —viento, pasos, respiraciones— aumenten la tensión. La banda sonora aparece en momentos estratégicos para acompañar las revelaciones y cambios de ritmo en la narrativa.
No le digas a nadie (2020) es un thriller psicológico que, con pocos personajes y escenarios, logra construir una historia cargada de suspenso, dilemas éticos y giros inesperados. Ideal para quienes disfrutan de historias morales intensas y atmósferas cerradas que mantienen al espectador en vilo.