
Dirigida por Antoine Fuqua, Olimpo bajo fuego (título original: Olympus Has Fallen) es un thriller de acción y terrorismo estrenado en 2013. Protagonizada por Gerard Butler, la película ofrece una historia intensa al estilo “héroe solitario”, con secuencias espectaculares y un tono serio que recuerda a los clásicos de acción de los 90. Es la primera entrega de la trilogía “Has Fallen”, que continuaría con Londres bajo fuego (2016) y Ángel caído (2019).
La historia sigue a Mike Banning (Gerard Butler), un agente del Servicio Secreto que ha sido apartado de su puesto tras un trágico accidente. Sin embargo, cuando un grupo terrorista norcoreano ejecuta un ataque coordinado contra la Casa Blanca, Banning se ve obligado a actuar desde dentro del edificio sitiado. Con el Presidente Benjamin Asher (Aaron Eckhart) tomado como rehén en el búnker, Banning debe usar su entrenamiento para neutralizar a los invasores y evitar una catástrofe nacional.
Gerard Butler brilla como héroe de acción clásico: duro, decidido y con un toque humano. Aaron Eckhart aporta seriedad como el presidente, mientras que Morgan Freeman destaca como el presidente interino del Congreso, aportando autoridad y calma. Entre los villanos, Rick Yune ofrece un antagonista frío y calculador. El elenco secundario incluye a Angela Bassett y Dylan McDermott, completando un reparto sólido.
Antoine Fuqua combina realismo táctico con acción brutal. Las escenas del asalto a la Casa Blanca son extensas, bien coreografiadas y llenas de efectos visuales impactantes. Una vez dentro del edificio, la narrativa se convierte en un juego del gato y el ratón con ritmo implacable. La violencia es directa y cruda, alejándose del tono más ligero de otras producciones similares.
La banda sonora acompaña la acción con temas orquestales intensos y percusiones marcadas que refuerzan el patriotismo y la gravedad de la situación. El diseño sonoro —disparos, explosiones, ecos en pasillos cerrados— contribuye a crear una atmósfera inmersiva y tensa.
Olimpo bajo fuego (2013) es un regreso sólido al cine de acción “de la vieja escuela”: héroes duros, escenarios cerrados, villanos bien definidos y secuencias explosivas. Su tono serio y su ejecución técnica la convierten en una de las películas de acción más intensas de su año, dando inicio a una franquicia inesperadamente exitosa.