
Dirigida por George Scribner, Oliver y su pandilla (Oliver & Company) es una encantadora adaptación moderna del clásico Oliver Twist de Charles Dickens, reimaginada con animales y ambientada en la vibrante ciudad de Nueva York. Con una mezcla de animación tradicional, música pop de los 80 y espíritu callejero, esta película de Disney ofrece una historia llena de energía, humor y ternura.
La historia sigue a Oliver, un pequeño gato huérfano que deambula por las calles de Nueva York buscando un lugar donde pertenecer. Su vida cambia cuando conoce a Dodger, un perro carismático líder de una pandilla de animales que sobrevive ayudando a un ladrón de buen corazón, Fagin. Juntos emprenden aventuras llenas de peligro, amistad y descubrimientos, hasta que Oliver encuentra una nueva familia y aprende el verdadero significado de tener un hogar.
El elenco de voces, encabezado por Joey Lawrence como Oliver y Billy Joel como Dodger, aporta vida y autenticidad a los personajes. Cheech Marin, Dom DeLuise y Bette Midler completan un reparto memorable que equilibra humor, emoción y personalidad. Cada miembro de la pandilla tiene su propio encanto, desde el valiente Tito hasta la sofisticada Georgette.
Uno de los mayores atractivos de Oliver y su pandilla es su música. Temas como “Why Should I Worry?” interpretado por Billy Joel, y “Once Upon a Time in New York City” de Huey Lewis, reflejan el ritmo urbano y optimista de la época. Las canciones no solo acompañan la acción, sino que ayudan a definir la personalidad de los personajes y el tono alegre de la película.
Con una ambientación detallada y colorida, Disney logra capturar la energía de la gran ciudad. Los paisajes de Manhattan, los callejones iluminados por neones y el bullicio cotidiano dan vida a un entorno que combina peligro y esperanza. La animación, aunque tradicional, incluye algunos pioneros usos de la animación por computadora en ciertas escenas, marcando un paso importante para el estudio.
Bajo su ritmo dinámico y su estilo callejero, la película transmite un mensaje claro: la familia no siempre se encuentra, a veces se elige. Oliver aprende que el amor y la lealtad pueden surgir en los lugares más inesperados, y que el hogar no es solo un techo, sino quienes te acompañan en las dificultades.
Oliver y su pandilla (1988) es una joya olvidada del catálogo de Disney, que combina emoción, humor y una gran dosis de ritmo urbano. Su mezcla de ternura felina y espíritu callejero la convierte en una película perfecta para toda la familia, recordando que incluso en la gran ciudad, siempre hay espacio para la amistad y la esperanza.