
Dirigida por Paul Feig y estrenada en 2025 con el título original Another Small Favor, Otro pequeño favor (2025) marca el regreso explosivo de las icónicas protagonistas interpretadas por Anna Kendrick y Blake Lively. Esta secuela recupera la mezcla irresistible de misterio, humor ácido y elegancia que hizo famoso a su antecesor, pero ahora amplía su alcance hacia una trama más peligrosa, más internacional y más retorcida. La historia retoma la extraña amistad entre Stephanie y Emily, una relación que combina admiración, manipulación y fascinación en igual medida, llevando a ambas a enfrentarse con un nuevo enigma donde la verdad es un arma de doble filo.
En Otro pequeño favor (2025), Stephanie, interpretada por Anna Kendrick, intenta mantener una vida ordenada y estable después del caos ocasionado por Emily años atrás. Sin embargo, cuando esta reaparece, impecable y misteriosa como siempre, Stephanie se ve arrastrada una vez más a un mundo de mentiras glamorosas, pactos ocultos y decisiones moralmente ambiguas. Kendrick equilibra inocencia y astucia con una naturalidad magnética, reforzando la química explosiva que comparte con Blake Lively, quien retoma a Emily con una mezcla perfecta de sofisticación, crueldad y carisma salvaje.
Blake Lively devuelve a Emily con una presencia que domina cada escena: seductora, impenetrable, manipuladora y siempre varios pasos por delante de todos. Su capacidad para convertir cualquier conversación en un duelo verbal y cada gesto en una advertencia sutil vuelve a ser uno de los mayores atractivos del filme. Emily es el tipo de mujer capaz de entrar en una fiesta, encender el ambiente y desaparecer dejando un desastre hermoso detrás… y en esta secuela, sus motivos son todavía más oscuros, más personales y más peligrosos.
La historia se expande más allá de los suburbios estadounidenses y nos lleva a escenarios glamurosos donde se mezclan negocios turbios, alianzas incómodas y secretos capaces de destruir carreras enteras. Henry Golding regresa para aportar tensión emocional y moral, mientras que nuevos personajes introducen giros inesperados que redefinen la dinámica entre las protagonistas. Cada pista abre la puerta a un nuevo juego, cada mentira revela otra más grande, y cada decisión acerca a las protagonistas a un punto de no retorno.
El estilo de Paul Feig vuelve a brillar gracias a su combinación de humor afilado, elegancia visual y ritmo preciso. Las interacciones entre los personajes están cargadas de ironía, sensualidad y doble intención. Andrew Rannells aporta un toque cómico ácido que equilibra la tensión creciente, mientras la narrativa juega con la delgada línea entre la amistad, la manipulación y la obsesión. La película mantiene ese tono juguetón y peligroso que convirtió la primera entrega en un éxito inesperado.
El desenlace de Otro pequeño favor (2025) no solo ofrece un cierre ingenioso al caso que envuelve a Emily y Stephanie, sino que deja claro que su historia está lejos de terminar. Traiciones, revelaciones y decisiones imposibles llevan a un clímax donde ambas protagonistas demuestran que, aunque sus mundos colisionen de formas imprevisibles, juntas forman una dupla tan caótica como irresistible. El final deja una huella afilada y deliciosa, recordando que en el universo de estas mujeres brillantes y peligrosas, ningún favor es realmente pequeño.