
Dirigida por Michael Lockshin, Patines de plata (*Silver Skates*) es una épica historia romántica ambientada en San Petersburgo a finales del siglo XIX. Inspirada libremente en el cuento homónimo de Mary Mapes Dodge, la película combina acción, drama histórico y un relato de amor entre clases sociales opuestas, envuelto en un espectacular escenario invernal.
En plena era zarista, las aguas heladas del río Nevá se convierten en pistas de hielo naturales donde conviven aristócratas, comerciantes y ladrones. Matvey (Fedor Fedotov), un joven repartidor de pan sobre patines, se involucra con un grupo de ladrones elegantes que operan sobre el hielo. Su destino cambia cuando conoce a Alisa (Sofya Priss), una joven noble culta y soñadora que desafía las expectativas sociales de su familia. Entre ambos nacerá un romance imposible marcado por las tensiones sociales y políticas de la época.
Fedor Fedotov encarna con naturalidad a un protagonista humilde, ágil y lleno de nobleza, mientras que Sofya Priss aporta elegancia e inteligencia a su personaje. La química entre ambos sostiene el corazón romántico de la película. El elenco secundario, que incluye a Yuri Borisov y Aleksandr Petrov, refuerza las tramas de aventura, revolución y conflicto familiar con solidez.
La recreación de San Petersburgo invernal es uno de los grandes logros de la película. Con una mezcla de decorados prácticos, vestuario histórico detallado y efectos visuales, Patines de plata logra transportar al espectador a una época llena de contrastes. Las secuencias sobre hielo son coreografiadas con precisión y belleza, aportando dinamismo visual constante.
La banda sonora combina composiciones clásicas con temas orquestales intensos que acompañan las escenas de romance, persecución y revolución. La música eleva la emoción de cada momento clave, reforzando la atmósfera mágica y aventurera de la historia.
Patines de plata (2020) es una mezcla encantadora de historia, aventura y amor imposible, ambientada en un contexto visualmente espectacular. Con personajes carismáticos, una ambientación impecable y un tono de cuento épico, se consolida como una de las producciones rusas más destacadas de los últimos años. Ideal para quienes disfrutan de romances históricos con un toque de aventura y rebeldía.