
Dirigida por Paul Leyden, Pelea de chicas (Chick Fight) es una comedia dramática de acción estrenada en 2020. Con un enfoque ligero y toques de humor, la cinta mezcla la fórmula del “club de la pelea” con una historia de superación personal, protagonizada por Malin Åkerman.
La trama sigue a Anna Wyncomb (Malin Åkerman), una mujer que atraviesa una mala racha: ha perdido a su madre, su negocio está en crisis y su vida personal carece de rumbo. Todo cambia cuando su mejor amiga Charleen (Dulcé Sloan) la introduce en un club secreto de lucha femenina. Allí, Anna no solo descubre una vía de escape para su frustración, sino también la posibilidad de redefinirse a sí misma y enfrentar sus propios demonios.
Malin Åkerman combina vulnerabilidad y fuerza en el papel protagónico, mientras que Dulcé Sloan aporta humor como la mejor amiga que la empuja a luchar. Alec Baldwin aparece como un entrenador excéntrico, añadiendo un toque irreverente, y Bella Thorne interpreta a Olivia, la antagonista y luchadora más peligrosa del club. El elenco mezcla drama y comedia, manteniendo un tono accesible y ligero.
La película combina escenarios urbanos con el ambiente clandestino del club de lucha. Las coreografías de las peleas, aunque no excesivamente realistas, están filmadas con dinamismo y aportan energía a la narración. La estética apuesta por un tono juvenil y desenfadado que refuerza el humor de la historia.
La banda sonora incluye temas pop y hip-hop que acompañan las peleas y los momentos de transformación de la protagonista. La música contribuye a mantener el ritmo ágil y a reforzar el aire juvenil del filme.
Pelea de chicas no pretende ser una obra seria dentro del género deportivo, sino una comedia ligera sobre la resiliencia y el autodescubrimiento. Aunque su guion resulta predecible y se apoya en clichés, ofrece entretenimiento y algunos momentos divertidos gracias a su elenco carismático. Una opción para quienes disfrutan de relatos de lucha con un tono desenfadado y humorístico.