
Dirigida por Josh Trank, Poder sin límites (Chronicle) es una película de ciencia ficción estrenada en 2012 que combina el estilo de metraje encontrado con una narrativa de superhéroes. Con un bajo presupuesto en comparación con otras producciones del género, logró destacar por su originalidad y su acercamiento realista al tema de los poderes extraordinarios.
La historia sigue a Andrew (Dane DeHaan), un joven marginado y con problemas familiares, su primo Matt (Alex Russell) y el popular Steve (Michael B. Jordan). Tras descubrir un misterioso objeto subterráneo, los tres adquieren habilidades telequinéticas. Lo que comienza como un juego de diversión y travesuras pronto se convierte en una espiral oscura, cuando Andrew empieza a perder el control y a usar sus poderes de forma destructiva.
Dane DeHaan ofrece una actuación destacada como Andrew, transmitiendo tanto vulnerabilidad como peligro a medida que su personaje se corrompe. Alex Russell aporta equilibrio como Matt, la voz de la razón, mientras que Michael B. Jordan brilla con carisma en uno de sus primeros papeles importantes. El trío logra una química convincente que sostiene la película.
La película utiliza el recurso del metraje encontrado, con cámaras caseras y grabaciones improvisadas que aportan un aire de autenticidad. Las secuencias de vuelo, peleas y destrucción se logran con efectos especiales sorprendentemente efectivos para su presupuesto. El estilo visual refuerza la sensación de que estamos presenciando un registro real de acontecimientos extraordinarios.
Al estar planteada como un falso documental, la película prescinde en gran medida de una banda sonora tradicional, apostando por sonidos ambientales y efectos que refuerzan la crudeza de la narrativa. Este recurso potencia la inmersión y el realismo del relato.
Poder sin límites destaca por su enfoque fresco y distinto del género de superhéroes, priorizando el realismo psicológico sobre los clichés habituales. Con un tono más oscuro y dramático, plantea reflexiones sobre el poder, la responsabilidad y la corrupción moral. Una obra que sorprendió al público en 2012 y que todavía se recuerda como una de las propuestas más originales de su tiempo.