
Dirigida por Sergio Leone, Por unos dólares más (*For a Few Dollars More*) es la segunda entrega de la célebre “trilogía del dólar” y una de las películas que consolidó el spaghetti western como un fenómeno internacional. Protagonizada por Clint Eastwood y Lee Van Cleef, la cinta profundiza en el universo moralmente ambiguo del Viejo Oeste con personajes icónicos, duelos intensos y un estilo visual inconfundible.
El misterioso pistolero sin nombre (Clint Eastwood) continúa su vida como cazador de recompensas cuando su camino se cruza con el del Coronel Douglas Mortimer (Lee Van Cleef), un veterano con habilidades letales y una motivación personal. Ambos persiguen al mismo objetivo: “El Indio” (Gian Maria Volonté), un peligroso bandido que planea asaltar un banco fuertemente custodiado. Aunque al principio compiten, pronto se ven obligados a formar una alianza estratégica para lograr su cometido.
Clint Eastwood continúa construyendo su mítico personaje con economía de gestos y precisión en cada movimiento, mientras que Lee Van Cleef brilla como un cazador de recompensas elegante, frío y determinado. Su química en pantalla es magnética, marcando uno de los dúos más recordados del western. Gian Maria Volonté ofrece una interpretación intensa y perturbadora como “El Indio”, uno de los villanos más complejos del género.
Sergio Leone lleva su lenguaje visual a otro nivel: encuadres precisos, silencios prolongados, duelos coreografiados como piezas de ópera y un dominio absoluto del tiempo cinematográfico. La puesta en escena es majestuosa y eleva la tensión en cada enfrentamiento. Los paisajes áridos y las miradas cargadas de significado construyen una atmósfera única.
La música compuesta por Ennio Morricone es esencial para la identidad de la película. Cada personaje tiene su propio leitmotiv musical, destacando el tema del reloj de Mortimer, que se convierte en un elemento narrativo dentro de los duelos. La combinación de silbidos, guitarras y melodías melancólicas crea una experiencia sonora inolvidable.
Por unos dólares más (1965) supera incluso a su predecesora en ambición y perfección técnica. Con personajes icónicos, música legendaria y una dirección impecable, es una de las joyas más importantes del spaghetti western y una obra maestra que influenció a generaciones de cineastas.