
Dirigida por Tony Goldwyn y estrenada en 2023 con el título original Ezra, esta película explora la complejidad emocional entre un padre impulsivo y su hijo neurodivergente, en un viaje que desafía sus límites personales y familiares. En Siempre juntos (2023), Bobby Cannavale interpreta a un comediante que lucha por encontrar equilibrio entre su carrera, sus relaciones y el bienestar de su hijo, mientras figuras como Rose Byrne, Robert De Niro, Whoopi Goldberg y Vera Farmiga enriquecen la narrativa con personajes que aportan humor, tensión y calidez. Goldwyn construye un relato profundamente humano que oscila entre risas, heridas abiertas y la necesidad urgente de reconectar.
El personaje de Cannavale carga con una mezcla de torpeza emocional y sincero amor paternal. Su deseo de proteger a Ezra, aunque a veces equivocado, refleja un conflicto universal: la frustración de no saber cómo ayudar a quienes más se ama. Cannavale ofrece una interpretación cálida, imperfecta y honesta, mostrando a un hombre que se rompe y se recompone a cada paso. Sus decisiones impulsivas generan momentos caóticos, pero también revelan una sensibilidad que sostiene el corazón de la película.
La presencia de Rose Byrne como la madre aporta equilibrio y firmeza, contrastando con el torbellino emocional del protagonista. Robert De Niro, como el abuelo, encarna la voz de la experiencia y el amor duro que marca a la familia. Whoopi Goldberg y Vera Farmiga añaden matices de humor y ternura, mientras que Rainn Wilson ofrece una presencia inesperada que amplía el tono afectivo del filme. Cada actor contribuye a una narrativa coral donde todos luchan, a su manera, por entender al niño que une sus vidas.
Siempre juntos (2023) utiliza la estructura del road movie para mostrar cómo la distancia, el movimiento y la incertidumbre obligan a los personajes a mirarse con honestidad. En la carretera, padre e hijo descubren fragmentos de conexión que no habían logrado construir en casa. Los silencios, las miradas y los tropiezos se vuelven parte esencial del proceso de aceptación. La película no romantiza las dificultades, pero encuentra belleza en los momentos de comprensión mutua.
El guion combina situaciones cómicas con momentos de tensión familiar que revelan las fracturas internas de cada personaje. El humor surge de la imperfección, de los errores y de la torpeza emocional que atraviesa a todos. Goldwyn maneja con delicadeza el equilibrio entre la ligereza y la seriedad, permitiendo que la historia fluya con naturalidad sin caer en melodrama. Las risas nunca opacan el mensaje profundo: amar también significa aprender a escuchar y soltar el control.
El desenlace de Siempre juntos (2023) deja una sensación cálida, recordando que las familias no