
Dirigida por J.J. Abrams, Star Wars: Episodio IX – El ascenso de Skywalker (Star Wars: Episode IX – The Rise of Skywalker) se estrenó en 2019 como la conclusión de la saga principal iniciada en 1977. Con un tono épico y cargado de nostalgia, la película buscó cerrar la historia de la familia Skywalker y dar respuesta a los misterios planteados en entregas anteriores.
La Resistencia intenta reagruparse tras los devastadores golpes de la Primera Orden, mientras que la amenaza del resucitado Emperador Palpatine (Ian McDiarmid) pone en peligro a toda la galaxia. Rey (Daisy Ridley) continúa su entrenamiento Jedi bajo la guía de Leia Organa (Carrie Fisher), enfrentando la verdad sobre sus orígenes y su conexión con el lado oscuro. Junto a Finn (John Boyega) y Poe Dameron (Oscar Isaac), deberá enfrentar a Kylo Ren (Adam Driver) en un desenlace que definirá el destino de la Fuerza.
Daisy Ridley lidera la historia con fuerza y vulnerabilidad en su interpretación de Rey, mientras que Adam Driver entrega una actuación intensa y matizada como Kylo Ren, atrapado entre la redención y la oscuridad. John Boyega y Oscar Isaac fortalecen la química del trío protagonista, mientras que Ian McDiarmid regresa como el Emperador con su imponente presencia. La participación de Carrie Fisher, mediante material inédito, aporta un emotivo cierre al legado de Leia.
Abrams apuesta por un ritmo vertiginoso y un espectáculo visual cargado de escenarios deslumbrantes, desde los restos de la Estrella de la Muerte hasta el planeta Exegol. Las batallas espaciales, los duelos de sables y los momentos de fantasía visual cierran la saga con una escala épica. Sin embargo, las decisiones narrativas apresuradas y el exceso de fan service generaron opiniones encontradas.
El maestro John Williams se despide de la saga con una partitura que recopila y reinterpreta temas clásicos, como el de Leia, la Fuerza y los Sith. Su música ofrece un cierre emocional que conecta las nueve películas y rinde homenaje a más de cuatro décadas de historia cinematográfica.
El ascenso de Skywalker buscó ser un final grandioso para la saga, ofreciendo momentos de emoción y espectacularidad, aunque con una recepción dividida entre la crítica y los fans. A pesar de las controversias, representa el capítulo final de una de las epopeyas más importantes de la historia del cine, cerrando el legado de los Skywalker y el mito de Star Wars.