
Dirigida por J.J. Abrams, Star Wars: Episodio VII – El despertar de la Fuerza (Star Wars: Episode VII – The Force Awakens) se estrenó en 2015 como el inicio de una nueva trilogía. Con un tono que mezcla nostalgia y frescura, marcó el regreso de la saga a los cines tras más de una década, reuniendo a personajes clásicos y presentando a una nueva generación de héroes y villanos.
La galaxia sigue en guerra: la Primera Orden, surgida de los restos del Imperio, amenaza con imponerse sobre la Resistencia. En medio del conflicto, surge Rey (Daisy Ridley), una chatarrera del planeta Jakku que descubre una misteriosa conexión con la Fuerza. Junto a Finn (John Boyega), un stormtrooper desertor, y Poe Dameron (Oscar Isaac), piloto de la Resistencia, se enfrentarán al temible Kylo Ren (Adam Driver). La trama también marca el regreso de Han Solo (Harrison Ford), Leia Organa (Carrie Fisher) y Luke Skywalker (Mark Hamill).
Daisy Ridley debuta con fuerza como Rey, transmitiendo carisma y misterio, mientras que John Boyega aporta humor y frescura como Finn. Adam Driver ofrece un villano complejo e inestable en Kylo Ren, y Oscar Isaac encarna a un héroe clásico en Poe Dameron. El regreso de Harrison Ford como Han Solo aporta emoción y nostalgia, junto con Carrie Fisher y Mark Hamill, quienes retoman sus icónicos papeles.
Abrams apostó por un regreso al estilo práctico de la trilogía original, combinando escenarios reales con efectos digitales modernos. Las batallas espaciales, los duelos de sables láser y la presentación de nuevos planetas como Jakku y Starkiller Base aportan dinamismo y espectacularidad. La película evoca el espíritu de Una nueva esperanza, pero con un toque contemporáneo.
El legendario John Williams regresó para componer la banda sonora, incorporando nuevos temas como el de Rey, cargado de esperanza y aventura, mientras mantiene los clásicos motivos de la saga. Su música refuerza tanto la emoción de las batallas como los momentos más íntimos.
El despertar de la Fuerza revitalizó la franquicia, recibiendo elogios por su mezcla de nostalgia y renovación, aunque también críticas por su similitud con la trama de la película original. Sin embargo, logró emocionar a los fans y atrajo a nuevas generaciones, consolidando el regreso de Star Wars como uno de los mayores eventos cinematográficos de la década.