
En el verano de 1979, un grupo de adolescentes en Ohio rueda una película casera de zombis con una cámara Super 8. Pero durante una grabación nocturna junto a las vías del tren, son testigos de un brutal descarrilamiento que desata una cadena de eventos inexplicables: desapariciones, fallos eléctricos y algo escondido en la oscuridad. Muy pronto, lo que comenzó como un proyecto escolar se convierte en un secreto de proporciones enormes.
Dirigida por J.J. Abrams y producida por Steven Spielberg, Super 8 es una carta de amor al cine clásico de ciencia ficción de los años 80. La historia combina aventuras juveniles, conspiraciones militares y emociones familiares con ese estilo inconfundible que mezcla asombro y peligro. Todo contado desde la perspectiva de niños que solo querían hacer una película… y terminaron viviendo una.
Joe, el protagonista, aún lidia con la pérdida de su madre, mientras encuentra consuelo en su grupo de amigos y en su conexión con Alice, la chica que ilumina más que las linternas. Pero a medida que la tensión crece, ellos deben decidir si enfrentar sus miedos o huir. Porque lo que escapó del tren no es precisamente amistoso… aunque tampoco es del todo lo que parece.
La estética de la película mezcla efectos prácticos con CGI, y recrea una época donde las bicicletas, los walkie-talkies y los proyectores eran herramientas de aventura. La música de Michael Giacchino refuerza la emoción con tonos cálidos y momentos épicos que acompañan el misterio sin desbordarlo.
Super 8 es una historia sobre duelo, amistad y descubrimiento, envuelta en un envoltorio de ciencia ficción con alma nostálgica. Ideal para quienes crecieron viendo películas con extraterrestres escondidos, bicicletas al anochecer y héroes que no necesitan capa… solo una buena toma y mucho corazón.