
Dirigida por Makoto Shinkai, Suzume (título original: Suzume no Tojimari) es una joya de la animación japonesa que mezcla aventura, romance y realismo mágico. Fiel a su estilo visual y emocional, Shinkai nos lleva en un viaje donde las puertas se convierten en portales hacia el pasado y el corazón humano es el verdadero protagonista.
La historia sigue a Suzume Iwato (Nanoka Hara), una adolescente que vive en una tranquila región rural de Japón. Un día conoce a Souta (Hokuto Matsumura), un misterioso joven que busca puertas abandonadas repartidas por el país. Al abrir una de ellas, Suzume libera sin querer una fuerza sobrenatural que amenaza con causar desastres naturales. Decidida a enmendar su error, emprende un viaje a través de Japón para cerrar esas puertas, enfrentando el dolor, la pérdida y el crecimiento personal.
Nanoka Hara ofrece una interpretación sensible y sincera como Suzume, transmitiendo la fuerza y fragilidad de una joven en busca de su lugar en el mundo. Hokuto Matsumura aporta calidez y misterio como Souta, cuyo destino se entrelaza de manera conmovedora con el de Suzume. Juntos forman una dupla que refleja la conexión humana incluso frente a lo sobrenatural.
La animación de CoMix Wave Films es deslumbrante: cada paisaje, nube y reflejo de luz está cuidadosamente diseñado para evocar asombro y melancolía. Las puertas, motivo central del film, simbolizan los recuerdos, las despedidas y los nuevos comienzos. Shinkai vuelve a demostrar su maestría al combinar lo cotidiano con lo extraordinario, haciendo que lo mágico se sienta profundamente humano.
La banda sonora, compuesta por RADWIMPS y Kazuma Jinnouchi, eleva cada momento con melodías que alternan entre la épica y la ternura. Las canciones acompañan perfectamente los paisajes y emociones del viaje, convirtiéndose en una parte esencial de la experiencia. Temas como “Suzume” resuenan mucho después de que la pantalla se apaga.
Suzume (2022) —Suzume no Tojimari— es una obra poética sobre la pérdida, el amor y la resiliencia. Con una animación sublime y una historia cargada de simbolismo, Makoto Shinkai nos recuerda que cerrar puertas no siempre significa el final, sino el comienzo de algo nuevo. Una película que emociona, inspira y deja huellas en el corazón.