
En un antiguo mundo guiado por espíritus de la naturaleza, el joven Kenai está lleno de orgullo e impulsividad. Tras la muerte de su hermano, culpa a un oso y lo mata en venganza. Pero los Grandes Espíritus deciden darle una lección: transforman a Kenai en aquello que más desprecia… un oso.
Convertido en animal, Kenai deberá aprender a sobrevivir en la piel de su “enemigo”. En su travesía conoce a Koda, un osezno parlanchín y huérfano que lo acompaña con entusiasmo. Lo que comienza como una misión para volver a ser humano, se transforma en un viaje de descubrimiento interior y de profundo vínculo entre dos seres muy distintos… y, a la vez, muy similares.
Tierra de osos es una de las películas más espirituales y conmovedoras de Disney. Con impresionantes paisajes inspirados en América del Norte, su animación pasa de tonos fríos a cálidos para reflejar el cambio en la perspectiva de Kenai. Una dirección artística que simboliza la transformación del alma.
Con una banda sonora poderosa compuesta por Phil Collins y Mark Mancina, las canciones como “No hay camino que no se termine” y “Bienvenido” acompañan la emoción de cada escena. La música no solo impulsa la narrativa: es parte esencial del mensaje.
Tierra de osos es una historia sobre perdón, crecimiento y la capacidad de cambiar cuando elegimos mirar más allá de nosotros mismos. Un relato profundo que nos recuerda que las conexiones más fuertes no vienen de la sangre… sino del alma. 🍁🐾