
Dirigida por Cecilie A. Mosli, Tres deseos para Cenicienta (Tre nøtter til Askepott) es una nueva versión del querido cuento de hadas, inspirada en la película checoslovaca de 1973 del mismo nombre. Esta reinterpretación noruega combina paisajes de invierno deslumbrantes, una protagonista independiente y una atmósfera mágica que revitaliza la historia sin perder su esencia romántica.
La historia sigue a Askepott (Astrid S), una joven huérfana que vive con su madrastra y su engreída hermanastra. Sin embargo, a diferencia de las versiones tradicionales, esta Cenicienta no espera ser rescatada: es astuta, valiente y autosuficiente. Su vida cambia cuando, gracias a tres nueces mágicas, obtiene la oportunidad de asistir al baile real y conocer al príncipe (Cengiz Al), un joven que también busca su propio destino más allá de las expectativas del trono.
Astrid S aporta una interpretación fresca y carismática, alejándose de la imagen pasiva del personaje clásico. Su Cenicienta caza, monta a caballo y toma decisiones por sí misma, convirtiéndose en un símbolo de independencia y empoderamiento. Cengiz Al complementa su energía con un príncipe más humano y curioso, creando una química sincera y natural. Susanne Boucher, en el papel de la madrastra, aporta el toque justo de arrogancia y humor.
Filmada en los impresionantes paisajes nevados de Noruega, la película destaca por su fotografía poética y atmosférica. Los bosques helados, los castillos y la luz invernal crean una sensación mágica que envuelve toda la historia. La dirección artística equilibra la fantasía con un realismo visual que la diferencia de otras adaptaciones más coloridas o estilizadas.
La banda sonora, interpretada en parte por la propia Astrid S, añade un tono íntimo y melancólico que realza el espíritu romántico del filme. Cada tema encaja con el tono de la historia, transmitiendo tanto la magia de los momentos encantados como la fortaleza interior de la protagonista.
Más allá de los elementos mágicos, Tres deseos para Cenicienta transmite un mensaje claro: la valentía, la bondad y la autenticidad son los verdaderos motores del destino. Askepott no necesita un hada madrina ni milagros grandiosos; sus tres deseos simbolizan la esperanza, la acción y el coraje de seguir su propio camino.
Tres deseos para Cenicienta (2021) es una adaptación encantadora, visualmente hermosa y emocionalmente sincera. Con su mezcla de tradición y modernidad, logra renovar un cuento conocido con una mirada contemporánea y feminista. Una propuesta ideal para quienes aman los clásicos, pero buscan una heroína con voz propia en un mundo de nieve, magia y libertad.