
Dave Douglas (interpretado por Tim Allen) es un abogado adicto al trabajo que apenas tiene tiempo para su familia. Pero todo da un giro peludo cuando, por culpa de un extraño suero, Dave se transforma en un perro… literalmente. Entre gruñidos, colas inquietas y una vida sobre cuatro patas, Dave tendrá que reaprender lo que significa ser padre, esposo… y humano.
Convertido en un ovejero tibetano, Dave escucha conversaciones que nunca debía oír, se mete en líos que jamás imaginó y descubre lo que sus hijos realmente piensan de él. Atrapado entre su cuerpo canino y su mente humana, se embarca en una aventura para recuperar su forma… y, más importante, la conexión con su familia.
Un papá con pocas pulgas es una nueva versión del clásico de 1959 (*The Shaggy Dog*), con un estilo actualizado y una mezcla de efectos especiales, slapstick y corazón. Dirigida por Brian Robbins, es una comedia que juega con el caos del cambio… para llegar a una transformación interna real.
Con una banda sonora ligera y juguetona, la película acompaña los momentos cómicos, los enredos en la oficina, las persecuciones en el vecindario… y los abrazos al final. Todo con el sello clásico del humor familiar Disney.
Un papá con pocas pulgas es una historia de segundas oportunidades, risas y redención. Una película que nos recuerda que no hay que esperar a convertirse en perro para escuchar, cuidar y jugar como en familia. 🐾🏠