
Dirigida por Paul Feig y estrenada en 2018 con el título original A Simple Favor, esta película mezcla comedia negra, thriller elegante y giros inesperados para contar la historia de dos mujeres cuyos mundos colisionan de manera explosiva. Con una atmósfera sofisticada, humor afilado y una tensión que crece a cada minuto, el filme se adentra en secretos, mentiras y obsesiones que revelan lo que realmente se esconde tras las apariencias perfectas.
Stephanie es una madre bloguera, amable, servicial y siempre dispuesta a ayudar. Su vida, ordenada y llena de esfuerzo, parece encajar en un molde perfecto… hasta que conoce a Emily. A través de su amistad, Stephanie empieza a descubrir facetas de sí misma que desconocía: más audaz, más curiosa, más capaz de romper límites. Su evolución es uno de los pilares emocionales de la película, mostrando cómo la necesidad de conexión puede convertirse en una puerta hacia lo inesperado.
Emily es un torbellino: elegante, afilada, impredecible y llena de misterio. Su estilo impecable y su actitud dominante ocultan un pasado turbulento que solo se revela en fragmentos. La película se divierte explorando su dualidad: mujer poderosa y segura de sí misma, pero también una figura envuelta en sombras y contradicciones. Cada gesto suyo es una pista, cada silencio una advertencia. Emily es la chispa que enciende la trama… y el fantasma que la persigue.
La desaparición repentina de Emily deja a Stephanie en un laberinto emocional y narrativo. Mientras intenta descubrir la verdad, la película combina humor ácido, giros inesperados y una investigación que se vuelve cada vez más retorcida. Testimonios contradictorios, pistas engañosas y personajes con agendas ocultas convierten la búsqueda en un rompecabezas donde nada —ni nadie— es lo que parece. El ritmo es ágil, elegante y deliciosamente engañoso.
El filme profundiza en temas como la manipulación emocional, la rivalidad femenina, los secretos familiares y el deseo de reinventarse. Tanto Stephanie como Emily esconden verdades que desafían la imagen que proyectan. La película muestra cómo la perfección puede ser una máscara peligrosa y cómo el pasado siempre encuentra la manera de salir a la luz. Entre confesiones, engaños y alianzas inesperadas, el espectador descubre capas cada vez más oscuras.
El desenlace mezcla tensión, humor y una revelación que cierra el círculo de la historia con estilo. Las protagonistas se enfrentan en un choque tan emocional como estratégico, donde cada una usa sus fortalezas para sobrevivir. La verdad finalmente se impone, pero no sin dejar cicatrices. “Un pequeño favor” termina con un tono juguetón y satírico, recordando que incluso las relaciones más brillantes pueden esconder sombras… y que un simple favor puede cambiarlo todo.