
Dirigida por Varios directores y estrenada en 2024 con el título original V/H/S/Beyond, la película continúa la tradición de la saga apostando por el formato de metraje encontrado como vehículo para el horror extremo. Desde el inicio queda claro que esta entrega no busca sutilezas: cada segmento empuja la experiencia hacia territorios más violentos, más desesperados y más explícitos. La estructura antológica permite que el miedo adopte múltiples formas, pero todas comparten una misma intención: demostrar que siempre hay algo peor esperando más allá de lo visible.
Como es habitual en la franquicia, la película se construye a partir de varias historias independientes conectadas por un marco narrativo. Este hilo conductor no tarda en revelar su verdadera función: justificar la acumulación de cintas malditas que documentan encuentros con lo inexplicable. Lejos de ser un simple recurso, el marco termina convirtiéndose en uno de los elementos más perturbadores, ya que su resolución confirma que quienes observan demasiado terminan formando parte del horror que consumen.
Cada segmento introduce una situación cotidiana que se descompone rápidamente. Grabaciones aparentemente inocentes derivan en masacres, posesiones y revelaciones brutales. La película no oculta los giros: personajes curiosos son castigados con muertes explícitas, cultos muestran su verdadero rostro y entidades desconocidas se manifiestan sin intención de negociar. El uso del metraje encontrado intensifica la crudeza, haciendo que el espectador se sienta cómplice y testigo directo de cada atrocidad.
Una de las constantes de V/H/S: Más allá es la presencia de fuerzas que no buscan ser comprendidas. Criaturas, entidades o fenómenos inexplicables aparecen sin contexto ni explicación final. La película insiste en que el verdadero terror no está en entender el origen del mal, sino en aceptar que existe y que es imposible de controlar. Esta decisión narrativa refuerza la sensación de impotencia y fatalismo que atraviesa toda la obra.
El estilo visual se mantiene fiel a la estética sucia y caótica de la saga. Cámaras temblorosas, encuadres incompletos y audio distorsionado no solo aportan realismo, sino que potencian la incomodidad. Las muertes no ocurren fuera de campo: son registradas de forma directa, a veces accidental, otras deliberada. El espectador es obligado a mirar, sin posibilidad de apartar la vista, reforzando la idea de que el horror aquí no ofrece escapatoria.
El desenlace del marco narrativo es explícito en su mensaje: nadie sale ileso de observar estas cintas. La curiosidad, el morbo y la necesidad de registrar lo prohibido se castigan con la muerte o algo peor. V/H/S: Más allá cierra reafirmando la filosofía de la franquicia: el terror no está solo en lo que se graba, sino en la necesidad humana de mirar incluso cuando sabe que no debería. La última imagen deja claro que siempre habrá otra cinta… y otra víctima dispuesta a reproducirla.