
Dirigida por Marcel Sarmiento, Nacho Vigalondo, Justin Benson y Aaron Moorhead, V/H/S: Viral es la tercera entrega de la saga de antologías de terror que combina el formato found footage con historias cortas y retorcidas. Esta vez, el foco se centra en cómo la obsesión moderna por grabar y compartirlo todo puede convertirse en una pesadilla. Una visión delirante y satírica del horror en tiempos de internet.
La trama principal sigue a un joven que intenta capturar un espectacular accidente de persecución policial con su cámara, con la esperanza de hacerse famoso en línea. Sin embargo, lo que parece un evento común se convierte en un caos sobrenatural cuando las imágenes comienzan a tener efectos siniestros. Entre tanto, una serie de cintas misteriosas continúa expandiendo la maldición de la serie V/H/S.
V/H/S: Viral presenta varias historias conectadas por el tema de la exposición y el caos mediático:
A diferencia de las dos primeras entregas, esta película abraza un tono más caótico, experimental y abiertamente digital. Las cámaras en movimiento constante, los drones y los efectos visuales convierten cada historia en una explosión de estímulos. El resultado es una mezcla entre el horror clásico de las cintas malditas y una crítica al voyerismo contemporáneo. Todo está grabado, todo se comparte… y todo se contamina.
V/H/S: Viral no teme jugar con la ironía ni con la exageración. Algunos segmentos optan por el humor negro y otros por el gore sin control, creando una sensación de desconcierto constante. Aunque pierde algo del impacto crudo de sus predecesoras, la película destaca por su energía, su creatividad y su mirada cínica hacia la cultura de la viralidad. Es un espectáculo caótico donde el horror se transmite como un video más en la red.
Estrenada en 2014, V/H/S: Viral marca un giro en la saga: más moderna, más frenética y más experimental. Si bien no alcanza la solidez de V/H/S/2, ofrece una reflexión interesante sobre la obsesión por grabarlo todo y la pérdida de empatía en la era digital. Una entrega imperfecta pero provocadora, que demuestra que incluso el terror puede hacerse viral.