
Dirigida por James Mangold, Wolverine inmortal (The Wolverine) profundiza en el alma atormentada de Logan (Hugh Jackman), alejándose del caos de las batallas mutantes para centrarse en una historia más íntima y reflexiva. Ambientada en Japón, la película combina acción, drama y filosofía samurái para explorar los límites de la inmortalidad y el peso de vivir con el dolor de la pérdida.
Después de los eventos de X-Men: La batalla final, Logan vive aislado, marcado por la muerte de Jean Grey y su incapacidad para encontrar paz. Su retiro se ve interrumpido cuando una joven japonesa lo lleva a Tokio para visitar a Yashida, un antiguo soldado al que salvó durante la Segunda Guerra Mundial. Allí, Logan se ve envuelto en una conspiración mortal y enfrenta su mayor desafío: la posibilidad de perder su capacidad de regeneración… y finalmente morir.
Hugh Jackman ofrece una de sus interpretaciones más intensas como Wolverine. Aquí lo vemos vulnerable, cansado y emocionalmente fracturado, pero aún guiado por su sentido del honor. El elenco incluye a Tao Okamoto como Mariko, Rila Fukushima como Yukio —una aliada carismática y letal— y Hiroyuki Sanada como Shingen, el rival que desafía su fuerza y su código moral.
James Mangold imprime un tono más sobrio y contemplativo, inspirándose en el cine japonés clásico y en el género de los samuráis. Las escenas de acción, especialmente el combate sobre el tren bala y el duelo final, combinan adrenalina y precisión visual. La fotografía captura la belleza del Japón moderno y tradicional, mientras la música de Marco Beltrami acompaña con tensión y melancolía.
La película se centra en la carga de vivir eternamente y en la redención de un hombre que ha perdido todo, excepto su instinto de proteger. Logan se enfrenta a su propia mortalidad y descubre que la verdadera fuerza no está en sanar las heridas del cuerpo, sino en aceptar las del alma. Es un relato de transformación y propósito, donde el héroe aprende a reconciliarse con su pasado.
Wolverine inmortal (2013) es una de las entregas más sobrias y personales de la saga. Con una atmósfera introspectiva y un equilibrio entre acción y emoción, muestra a un Wolverine más humano que nunca. Lejos del exceso y cerca de la tragedia, esta historia demuestra que incluso los héroes más indestructibles deben aprender a vivir con sus cicatrices. Una película que honra la leyenda del mutante… y el corazón del hombre.