
Dirigida por Bryan Singer, X-Men: Días del futuro pasado (X-Men: Days of Future Past) es una de las entregas más ambiciosas de la franquicia, estrenada en 2014. Basada en la famosa historia de los cómics, la película combina a los elencos originales de X-Men y Primera generación, uniendo dos líneas temporales en un relato épico de ciencia ficción y superhéroes.
La trama se sitúa en un futuro apocalíptico donde los Centinelas, máquinas diseñadas para cazar mutantes, han llevado a la humanidad al borde de la destrucción. Para evitar este destino, los X-Men envían la conciencia de Logan/Wolverine (Hugh Jackman) al pasado, específicamente a los años 70, con la misión de evitar que Mystique (Jennifer Lawrence) asesine al creador de los Centinelas, Bolivar Trask (Peter Dinklage). El éxito de la misión dependerá de lograr que un joven Charles Xavier y Erik Lehnsherr colaboren pese a sus diferencias.
La película reúne a actores de ambas generaciones: Hugh Jackman como Wolverine, James McAvoy y Patrick Stewart como Charles Xavier, Michael Fassbender e Ian McKellen como Magneto, además de Jennifer Lawrence como Mystique. El cruce de intérpretes y la interacción entre ellos es uno de los grandes atractivos, aportando peso dramático y carisma al relato.
Con una fotografía que alterna la oscuridad del futuro distópico con la estética setentera del pasado, la película ofrece un espectáculo visual vibrante. Los efectos especiales destacan en las secuencias de acción, como la escena de Quicksilver (Evan Peters) que se convirtió en uno de los momentos más icónicos de la saga. La narrativa logra equilibrar acción, drama y viajes en el tiempo sin perder coherencia.
La partitura de John Ottman combina intensidad y emoción, recuperando temas clásicos de la saga mientras introduce nuevas composiciones para reforzar la tensión de la historia. La música aporta grandeza a una trama cargada de dilemas morales y decisiones trascendentales.
X-Men: Días del futuro pasado es considerada por muchos como una de las mejores películas de la franquicia. Con una historia sólida, un elenco coral impecable y un enfoque maduro, logra equilibrar la acción superheroica con la emoción y la reflexión sobre el destino, la redención y las segundas oportunidades. Una pieza clave que consolidó a los mutantes en el cine moderno.