
En el Parque Nacional de Jasper, Kate es una loba Alfa: disciplinada, valiente y destinada a liderar la manada. Humphrey es un Omega: juguetón, relajado, sin muchas responsabilidades. Según las reglas del clan, están en extremos opuestos del orden social. Pero cuando ambos son capturados por humanos y trasladados a otro parque lejano, deberán aprender a confiar el uno en el otro para regresar a casa… y quizá romper algunas normas en el camino.
Lo que comienza como una misión de regreso se convierte en un viaje de descubrimiento. Mientras Kate intenta mantenerse enfocada, Humphrey le enseña a relajarse, disfrutar del momento y cuestionar lo que realmente quiere. A medida que se enfrentan a osos, aves extrañas y paisajes desconocidos, algo más empieza a surgir entre ellos… algo que no estaba en el manual de la manada.
Dirigida por Anthony Bell y Ben Gluck, Alfa y Omega mezcla humor, aventura y romance con una historia sobre jerarquías, instinto y elección. Aunque su animación no es de alto presupuesto, compensa con personajes simpáticos y un mensaje claro: no hay leyes que puedan detener a un corazón libre.
El conflicto entre deber y deseo está en el centro de esta historia: ¿seguir el rol que te fue asignado o luchar por lo que sientes? Kate y Humphrey representan polos opuestos, pero su vínculo demuestra que el respeto mutuo, la risa y la valentía pueden vencer hasta las normas más rígidas.
Alfa y Omega es una historia sobre amistad, valentía y romper estructuras por lo que realmente importa. Ideal para quienes aman las aventuras con paisajes naturales, protagonistas que aprenden el uno del otro y romances que aúllan bajito, pero fuerte.