
Dirigida por Simon Otto y estrenada en 2024 con el título original That Christmas, esta película animada basada en una historia de Richard Curtis reúne relatos sobre familia, amor y conexiones inesperadas durante la temporada navideña. Con las voces de Brian Cox, Jonathan Bailey, Jodie Whittaker y Bill Nighy, el filme combina humor amable, emociones sinceras y un espíritu festivo que celebra la belleza de los pequeños gestos. Es una historia coral que muestra cómo, en Navidad, incluso los corazones más cansados encuentran una chispa que los vuelve a encender.
La película transcurre en un pequeño pueblo costero inglés decorado con luces suaves, escaparates llenos de color y calles cubiertas por una nieve delicada que acompaña la atmósfera cálida del relato. Simon Otto crea un entorno acogedor que envuelve al espectador desde el primer momento: chimeneas encendidas, mercados navideños, cafeterías donde la gente se reúne para escapar del frío. Este escenario se convierte en un refugio emocional, un lugar donde las historias de diferentes personajes se entrelazan y donde cada esquina parece guardar un recuerdo o una esperanza recién despertada.
El filme presenta a un elenco diverso: un padre divorciado que intenta reconectar con su hija, una mujer que enfrenta su primera Navidad sola, un anciano que teme pasar las fiestas sin compañía y una adolescente que sueña con un amor imposible. Cada uno vive su propio conflicto, pero comparte el mismo anhelo de sentirse acompañado en una época que puede ser tan luminosa como solitaria. Las actuaciones de voz aportan profundidad emocional, dejando ver la vulnerabilidad de los personajes y su deseo de encontrar un lugar donde pertenecer.
Los conflictos no provienen de grandes tragedias, sino de heridas emocionales cotidianas: distancias familiares, promesas rotas, amores interrumpidos y sueños postergados. A lo largo de la película, cada personaje confronta aquello que evita desde hace tiempo: pedir perdón, expresar sentimientos guardados o aceptar que es necesario dejar ir algo del pasado. La Navidad funciona como un catalizador emocional, una oportunidad para reparar vínculos y reconocer la importancia de estar presente para quienes más lo necesitan.
La propuesta estética combina una animación suave con colores cálidos, texturas encantadoras y un diseño que recuerda a los cuentos ilustrados británicos. Otto utiliza composiciones delicadas que capturan la magia de las luces navideñas y la intimidad de los momentos cotidianos: una mesa preparada, un regalo envuelto con cariño, un abrazo inesperado. El humor ligero equilibra las emociones más profundas, aportando un ritmo agradable que nunca pierde el toque festivo.
El desenlace reúne las historias en una celebración comunitaria donde cada personaje encuentra una forma distinta de sanar. Algunos recuperan vínculos, otros descubren amistades nuevas, y varios reconocen que incluso los momentos difíciles pueden tener un brillo especial cuando se comparten. Aquella Navidad cierra con un mensaje cálido y universal: todos merecen un lugar donde sentirse acompañados, y en ocasiones la magia de la Navidad no está en lo extraordinario, sino en la simple decisión de abrir el corazón.