
Dirigida por Steven Spielberg, Atrápame si puedes (Catch Me If You Can) es una de las películas más encantadoras y dinámicas del director. Basada en hechos reales, relata la vida de Frank Abagnale Jr., un joven estafador que, antes de cumplir los 21 años, logró hacerse pasar por piloto, médico y abogado, engañando al sistema con inteligencia y carisma. Una historia sobre el ingenio, la soledad y la eterna persecución entre la mentira y la verdad.
Tras la separación de sus padres, Frank (Leonardo DiCaprio) huye de casa y descubre su talento para el engaño. Usando su ingenio y una sonrisa convincente, falsifica cheques, roba identidades y viaja por el mundo mientras evade al agente del FBI Carl Hanratty (Tom Hanks). Lo que comienza como un juego de astucia se convierte en una relación casi paternal entre el perseguidor y el perseguido, marcada por el respeto y la soledad compartida.
Leonardo DiCaprio deslumbra como Frank Abagnale, combinando encanto juvenil y vulnerabilidad emocional. Tom Hanks aporta equilibrio como Hanratty, el hombre recto que encuentra en su presa una extraña conexión humana. El reparto se completa con Christopher Walken en una actuación conmovedora como el padre de Frank, un hombre cuya caída inspira el camino del hijo. La química entre los tres sostiene el corazón de la historia.
Spielberg demuestra aquí su maestría para narrar con ritmo y elegancia. Atrápame si puedes equilibra el humor con el drama, manteniendo un tono optimista incluso en los momentos más melancólicos. La dirección fluye con una ligereza que recuerda al cine clásico, mientras la música de John Williams —con toques de jazz y misterio— acompaña a la perfección las travesuras del joven impostor.
La película no solo habla de fraudes y persecuciones, sino de la búsqueda de identidad y afecto. Frank no roba por avaricia, sino por la necesidad de llenar un vacío emocional. Spielberg convierte la historia de un criminal en una reflexión sobre la familia, la soledad y la necesidad de reconocimiento. Al final, la persecución se transforma en comprensión.
Atrápame si puedes (2002) es una obra ligera pero profunda, divertida y emotiva a partes iguales. Con interpretaciones memorables, ritmo impecable y un guion que combina humor con ternura, se consolida como una de las películas más queridas de Spielberg. Una historia que demuestra que, a veces, los mayores engaños nacen del deseo de ser visto… y comprendido.