
Balto vive marginado en Nome, Alaska. No es aceptado ni por los humanos ni por los perros de trineo, por ser un mestizo entre lobo y husky. Pero cuando una epidemia pone en peligro la vida de muchos niños —incluida la pequeña Rosy—, y una tormenta impide que llegue el antídoto, Balto ve la oportunidad de hacer lo impensable: liderar una misión de rescate a través del hielo.
Enfrentando ventiscas, hielo quebradizo y su propia inseguridad, Balto desafía todo lo que se espera de él. No está solo: lo acompañan su leal amiga Jenna, el ganso bromista Boris, y los ositos Muk y Luk. Lo que comienza como una misión imposible se convierte en una historia de superación y heroísmo real.
Dirigida por Simon Wells y producida por Amblimation, Balto está basada en hechos reales: en 1925, un equipo de perros de trineo llevó suero médico a través de Alaska, salvando muchas vidas. Aunque la película toma libertades creativas, su corazón sigue siendo un homenaje a esa hazaña. Combina animación tradicional con escenas conmovedoras en live-action.
La música, compuesta por James Horner, es poderosa y emotiva, acompañando cada momento de tensión, esperanza y triunfo con una sensibilidad única. Es una de esas bandas sonoras que eleva la historia… y la deja resonando mucho después de los créditos.
Balto es una película sobre identidad, prejuicio y coraje. Una aventura con alma salvaje y corazón tierno, que nos recuerda que ser diferente no es una debilidad… sino tu mayor fortaleza. 🐺💫