
Dirigida por Steve Beck, Barco fantasma (título original: Ghost Ship) es una película de terror sobrenatural estrenada en 2002 que combina elementos de misterio, suspenso y horror clásico con un escenario único: un enorme transatlántico abandonado en medio del océano. Con un inicio impactante y una atmósfera inquietante, se convirtió en un título recordado por los fanáticos del género, especialmente por su escena de apertura, considerada una de las más memorables del cine de terror moderno.
La historia sigue a un equipo de salvamento marítimo liderado por Murphy (Gabriel Byrne) y Epps (Julianna Margulies), quienes son contactados por un piloto para investigar un misterioso barco a la deriva en el mar de Bering. Al llegar, descubren que se trata del Antonia Graza, un lujoso crucero italiano desaparecido en 1962. A medida que exploran el interior, comienzan a experimentar sucesos paranormales y a descubrir los oscuros secretos que provocaron la desaparición del barco y su tripulación.
El reparto incluye a Julianna Margulies, Gabriel Byrne, Karl Urban, Ron Eldard, Desmond Harrington y Emily Browning. Cada personaje aporta diferentes perspectivas al misterio, desde el liderazgo práctico de Murphy hasta la intuición sensible de Epps. Aunque los arcos dramáticos son simples, el elenco logra transmitir tensión y desconfianza mientras los fenómenos sobrenaturales se intensifican.
Steve Beck crea una atmósfera opresiva aprovechando los espacios cerrados y oxidados del barco. Los pasillos, salones y cubiertas en ruinas transmiten una sensación de decadencia y muerte. La famosa escena inicial —un accidente macabro durante un baile elegante en 1962— establece el tono de horror gráfico que atraviesa toda la película. Aunque la trama combina elementos tradicionales de “casa embrujada” con clichés del género, ofrece secuencias visuales potentes y efectos prácticos efectivos.
La banda sonora utiliza coros inquietantes y percusiones oscuras para reforzar el tono sobrenatural. Los efectos sonoros —crujidos metálicos, ecos en pasillos vacíos, voces fantasmales— crean una ambientación auditiva que potencia la tensión, especialmente en escenas de exploración nocturna dentro del barco.
Barco fantasma (2002) no revolucionó el género, pero se ganó un lugar especial entre los fanáticos del terror gracias a su atmósfera única, su secuencia inicial impactante y su mezcla de misterio y horror sobrenatural. Es una película ideal para quienes disfrutan de historias de fantasmas con escenarios originales y un toque de gore efectivo.