
Dirigida por Michael Curtiz, Casablanca es una de las películas más emblemáticas de la historia del cine. Estrenada en 1942, en pleno auge de la Segunda Guerra Mundial, esta cinta de romance y drama combina intriga política, pasión y sacrificio, convirtiéndose en un símbolo eterno de Hollywood y del poder del séptimo arte.
La historia sigue a Rick Blaine (Humphrey Bogart), un hombre cínico y dueño del famoso “Café de Rick” en Casablanca, Marruecos, un lugar de paso para refugiados que intentan huir hacia Estados Unidos. Su vida da un giro inesperado cuando reaparece Ilsa Lund (Ingrid Bergman), su antiguo amor, ahora casada con el líder de la resistencia Victor Laszlo (Paul Henreid). Entre conspiraciones políticas, pasiones revividas y decisiones imposibles, Rick deberá elegir entre su amor personal o la causa de la libertad.
Humphrey Bogart ofrece una de las actuaciones más icónicas de su carrera como Rick, un héroe inesperado marcado por la melancolía. Ingrid Bergman deslumbra como Ilsa, una mujer atrapada entre el amor y el deber. Paul Henreid encarna a Laszlo con convicción moral, mientras que Claude Rains brilla como el ambiguo Capitán Renault. El elenco secundario, con rostros memorables como Dooley Wilson (Sam), aporta calidez y humanidad al relato.
La película destaca por su fotografía en blanco y negro, cargada de contrastes que acentúan la tensión entre romance y guerra. Los decorados del café, con su aire cosmopolita y lleno de secretos, se han convertido en un ícono visual. La dirección de Curtiz logra un equilibrio entre el melodrama y el cine político, creando una atmósfera envolvente y atemporal.
La banda sonora de Max Steiner incluye el inmortal tema “As Time Goes By”, interpretado por Dooley Wilson, que se convirtió en un símbolo romántico del cine. La música refuerza tanto la nostalgia de los protagonistas como la tensión de la trama, consolidando la identidad melódica de la película.
Casablanca (1942) es mucho más que un romance en tiempos de guerra: es una reflexión sobre el sacrificio, la lealtad y el poder de las decisiones humanas frente al destino. Ganadora del Óscar a Mejor Película, sigue siendo considerada una de las obras maestras del cine clásico. Una cinta inmortal que demuestra que, en el corazón del conflicto, el amor y la esperanza siempre encuentran su lugar.