
Después de años educada en casa en África, Cady Heron entra por primera vez a una escuela secundaria en Estados Unidos. Pronto descubre que la jungla real no tiene leones… tiene pasillos, casilleros y las Plásticas: el grupo de chicas más temido, admirado y venenoso del colegio. Lo que comienza como un plan para espiarlas desde adentro, se transforma en una guerra de egos, mentiras y lip gloss… que puede salirse de control.
Regina George parece tenerlo todo: belleza, influencia y una mirada que puede congelar. Pero cuando Cady empieza a ganar terreno en su grupo, los celos, las estrategias y las pequeñas venganzas se acumulan como sombra en una amistad artificial. ¿Quién está usando a quién? ¿Y hasta dónde se puede llegar por ser “la chica más popular”?
Dirigida por Mark Waters y escrita por Tina Fey, esta comedia no solo se convirtió en un ícono pop, sino también en un retrato ácido del poder, la inseguridad y las jerarquías invisibles en la adolescencia. Las frases, los looks y los personajes pasaron al imaginario colectivo (“On Wednesdays we wear pink”)… pero también dejan huella por su trasfondo más real de lo que parece.
Bajo el maquillaje y la risa, Chicas pesadas es también una historia sobre perder el rumbo, el efecto de las palabras y la necesidad de aceptación. Cady se convierte en todo lo que juró derribar, hasta que entiende que la empatía y la autenticidad pesan más que cualquier corona de plástico.
Chicas pesadas es una historia sobre identidad, presión social y aprender a ser tú misma sin destruir a los demás. Ideal para quienes vivieron (o sobrevivieron) la secundaria, para quienes aman las frases icónicas y para quienes saben que crecer… también puede doler con brillo labial.