
Dirigida por Tom McCarthy, Cuestión de sangre (título original: Stillwater) es un drama con tintes de thriller que combina elementos judiciales, familiares y culturales. Protagonizada por Matt Damon, la película se inspira libremente en el mediático caso de Amanda Knox, aunque desarrolla una historia original centrada en la relación entre un padre y su hija en un entorno extranjero. Con un tono sobrio y realista, ofrece un retrato introspectivo sobre culpa, redención y diferencias culturales.
La historia sigue a Bill Baker (Matt Damon), un trabajador de Oklahoma que viaja a Marsella, Francia, para visitar a su hija Allison (Abigail Breslin), encarcelada por un asesinato que ella asegura no cometió. A pesar de las barreras culturales y lingüísticas, Bill decide involucrarse en la investigación para intentar probar la inocencia de su hija, enfrentándose a un sistema legal desconocido y a sus propias limitaciones personales. En el camino, entabla una relación con Virginie (Camille Cottin) y su hija, lo que transforma profundamente su visión de la vida.
Matt Damon ofrece una de sus interpretaciones más sobrias, alejándose de sus roles más carismáticos para encarnar a un hombre común, rígido pero profundamente humano. Abigail Breslin retrata con sensibilidad a Allison, mostrando vulnerabilidad y ambigüedad en su situación legal. Camille Cottin destaca como Virginie, aportando naturalidad y calidez a la historia. El elenco en general mantiene un tono realista que se aleja de clichés hollywoodenses.
Tom McCarthy apuesta por una dirección contenida, enfocada en el desarrollo de personajes más que en el suspenso puro. La ambientación en Marsella aporta un contraste cultural constante, reforzando la sensación de desplazamiento de Bill. La narrativa evita giros forzados y se centra en el viaje emocional del protagonista, entregando una historia más reflexiva que sensacionalista.
La música acompaña con sutileza los momentos clave, utilizando composiciones instrumentales que refuerzan el tono dramático sin sobrecargar las escenas. La ambientación sonora se apoya también en los paisajes urbanos franceses, dándole autenticidad al relato.
Cuestión de sangre (2021) es un relato serio y emocional sobre un hombre enfrentado a sus propias creencias, a un sistema judicial ajeno y a la complejidad del amor paterno. Sin buscar el espectáculo fácil, entrega una historia sólida, con interpretaciones destacadas y un enfoque realista que invita a la reflexión. Ideal para quienes disfrutan de dramas judiciales con profundidad emocional.