
Dirigida por Domingo González y estrenada en 2024 con el título original Culpa Tuya, esta segunda entrega continúa la historia de Noah y Nick, quienes deben enfrentar las consecuencias de un amor que desafía a su familia, a su entorno y a ellos mismos. Basada en la exitosa novela de Mercedes Ron, la película profundiza en las emociones, los conflictos internos y las grietas que empiezan a abrirse entre los protagonistas. Con Nicole Wallace y Gabriel Guevara retomando sus papeles, el filme combina romance, drama y tensión juvenil en un relato donde la pasión y el dolor avanzan de la mano.
La historia se desarrolla entre casas elegantes, calles nocturnas llenas de sombras y espacios escolares donde las miradas dicen más que las palabras. Cada lugar refleja la fragilidad de la etapa que viven Noah y Nick: pasillos donde los rumores crecen, habitaciones donde la intimidad se mezcla con el miedo a ser descubiertos y escenarios donde el pasado amenaza con irrumpir sin aviso. La ciudad, lejos de ser un simple fondo, se convierte en un espejo emocional para los personajes.
Nicole Wallace interpreta a Noah con sensibilidad, mostrando su lucha por mantener su identidad mientras el caos emocional la rodea. Gabriel Guevara da vida a un Nick dividido entre su impulsividad y la necesidad de proteger lo que ama. La química entre ambos sigue siendo el motor de la historia, pero ahora acompañada por silencios incómodos, heridas no resueltas y decisiones que ponen a prueba cada límite. Son dos jóvenes que aman intensamente, pero que aún no saben cómo sobrevivir a lo que sienten.
El regreso de viejas amenazas, la presión familiar y las emociones desbordadas complican aún más la relación de los protagonistas. La película muestra cómo el amor puede convertirse en un terreno inestable cuando el pasado no ha sanado del todo. Los celos, la desconfianza y la sensación de que el mundo entero conspira contra ellos se transforman en un torbellino emocional que los obliga a preguntarse si su vínculo es una salvación o un riesgo imposible de sostener.
Domingo González mantiene un estilo visual dinámico, con planos cercanos que capturan la vulnerabilidad de los personajes y escenas cargadas de tensión que reflejan el dramatismo del libro original. La iluminación cálida marca los momentos íntimos, mientras los tonos fríos dominan las discusiones y las rupturas. La música acompaña cada emoción, subrayando la montaña rusa emocional que viven los protagonistas. El resultado es una atmósfera que respira deseo, peligro y fragilidad.
El desenlace no ofrece tranquilidad: muestra a dos jóvenes enfrentándose a la realidad de que amarse no siempre es suficiente para mantenerse unidos. Las revelaciones, la angustia y la distancia emocional dejan claro que su historia aún tiene mucho por resolverse. Culpa tuya cierra con la promesa de un último capítulo cargado de verdad, dolor y esperanza, manteniendo vivo el conflicto que define la trilogía.