
Dirigida por Matt Reeves, Déjame entrar (Let Me In) es una película de terror y drama estrenada en 2010. Se trata de una adaptación estadounidense de la aclamada cinta sueca Låt den rätte komma in (2008), basada en la novela de John Ajvide Lindqvist. Aunque mantiene la esencia de la obra original, Reeves aporta su propio estilo, creando una historia oscura, perturbadora y profundamente emotiva.
La trama se centra en Owen (Kodi Smit-McPhee), un niño solitario y víctima de acoso escolar que vive en un complejo de apartamentos en Nuevo México. Su vida cambia cuando conoce a Abby (Chloë Grace Moretz), una misteriosa niña que se muda al edificio vecino con un hombre que parece ser su tutor. Poco a poco, Owen descubre que Abby guarda un oscuro secreto: es en realidad una vampira atrapada en un cuerpo infantil, cuya necesidad de sangre pone en riesgo a quienes la rodean.
Kodi Smit-McPhee transmite vulnerabilidad y ternura como Owen, un niño que busca afecto y protección. Chloë Grace Moretz aporta misterio e intensidad a Abby, interpretando con madurez un personaje complejo y ambiguo. Richard Jenkins encarna al hombre que cuida de Abby, en un papel cargado de tragedia silenciosa. El reparto sostiene con solidez el delicado equilibrio entre ternura y horror.
La película mantiene una estética fría y sombría, con tonos azulados y escenarios desolados que refuerzan el aislamiento de los protagonistas. Reeves utiliza la violencia de manera cruda pero estilizada, alternando momentos de dulzura con escenas de terror visceral. La atmósfera transmite un sentimiento constante de peligro y soledad, resaltando la dualidad entre la inocencia infantil y la oscuridad sobrenatural.
La banda sonora de Michael Giacchino mezcla partituras melancólicas con notas inquietantes que acompañan tanto el vínculo emocional entre Owen y Abby como los estallidos de violencia vampírica. El tono general combina terror, suspenso y drama íntimo, logrando un equilibrio que emociona y perturba a la vez.
Déjame entrar (2010) es una adaptación que respeta la esencia de la obra original mientras aporta su propio estilo visual y narrativo. Con actuaciones memorables, una atmósfera inquietante y una historia que combina horror y ternura, se consolidó como uno de los remakes de terror más destacados de la última década. Una película que demuestra que incluso en la oscuridad puede surgir un lazo de amistad genuino.