
Dirigida nuevamente por Victor Salva, El regreso del demonio (título original: Jeepers Creepers 3) es la tercera entrega de la saga, estrenada en 2017. Ambientada cronológicamente entre la primera y segunda película, esta secuela funciona como una especie de precuela que busca expandir el trasfondo de la criatura y mostrar más de su despiadada cacería. Con un enfoque en la acción y nuevos elementos de mitología, la película marca el regreso del Creeper tras más de una década de ausencia.
La historia tiene lugar justo después de los eventos de la primera entrega. Un grupo especial de la policía, liderado por el sheriff Tashtego, se une a un cazador de Creepers llamado Gaylen Brandon para intentar detener a la criatura antes de que continúe su cacería. Mientras tanto, una joven llamada Addison y su abuela se ven involucradas en el conflicto cuando el Creeper vuelve a atacar con ferocidad. La película busca conectar las piezas narrativas entre El demonio y El demonio 2, mostrando más detalles sobre el misterioso camión y las habilidades del monstruo.
El elenco incluye a Stan Shaw como Tashtego, Gabrielle Haugh como Addison y Meg Foster como Gaylen Brandon. Si bien los personajes humanos no alcanzan el desarrollo de las primeras entregas, sirven como vehículos narrativos para mostrar el accionar del Creeper. Jonathan Breck regresa para interpretar a la criatura, manteniendo su presencia física intimidante y sus movimientos característicos.
Victor Salva apuesta por ampliar la mitología del Creeper, mostrando armas ocultas en su camión, trampas letales y elementos sobrenaturales. Sin embargo, la película reduce el suspenso y el terror atmosférico, enfocándose más en enfrentamientos directos entre la criatura y las fuerzas humanas. El presupuesto más limitado se nota en algunos efectos visuales, aunque se mantiene el estilo rural y oscuro característico de la saga.
La icónica canción “Jeepers Creepers” regresa como presagio de muerte, mientras que los efectos de sonido —aleteos, rugidos y chirridos mecánicos— continúan siendo fundamentales para generar tensión. La música acompaña con tonos sombríos y percusiones, evocando el espíritu de las dos primeras películas.
El regreso del demonio (2017) ofrece un reencuentro con el Creeper y expande algunos aspectos de su mitología, pero sacrifica buena parte del terror y el misterio que definieron las primeras entregas. Aun así, para los fanáticos de la saga, funciona como una pieza intermedia interesante que conecta los capítulos y revive la presencia de uno de los monstruos más icónicos del terror contemporáneo.