
Dirigida por Mark Neveldine, Exorcismo en el Vaticano (The Vatican Tapes, 2015) es un thriller sobrenatural que mezcla el horror religioso con el metraje encontrado. La película explora la eterna lucha entre el bien y el mal, centrada en una posesión demoníaca que atrae la atención del mismísimo Vaticano. Con una narrativa que combina el terror psicológico con el misterio, propone una mirada moderna al tema del exorcismo.
La historia sigue a Angela Holmes (Olivia Taylor Dudley), una joven aparentemente normal cuya vida cambia por completo tras un accidente inexplicable. A medida que ocurren sucesos extraños a su alrededor, su comportamiento se vuelve cada vez más inquietante: provoca desgracias, manipula a quienes la rodean y muestra una fuerza inhumana. Su padre, desesperado, busca ayuda médica y espiritual, lo que lleva al Padre Lozano (Michael Peña) y al Cardenal Bruun (Peter Andersson) a intervenir en un exorcismo que revelará algo mucho más aterrador: el posible regreso del Anticristo.
Olivia Taylor Dudley ofrece una actuación convincente y física, mostrando la transformación de su personaje de manera perturbadora. Su mirada y movimientos transmiten tanto vulnerabilidad como maldad pura. Michael Peña destaca en un papel serio y contenido, aportando realismo y profundidad emocional al relato, mientras que Djimon Hounsou y Peter Andersson representan la lucha espiritual desde el corazón de la Iglesia.
Mark Neveldine construye una narrativa que combina la estética del falso documental con una puesta en escena clásica de terror. Cámaras de seguridad, grabaciones médicas y videos del Vaticano se entrelazan para crear una sensación de autenticidad y paranoia. La dirección apuesta por un tono sombrío, con escenarios fríos y una iluminación que acentúa el contraste entre lo divino y lo demoníaco. Aunque no evita los clichés del género, consigue mantener un ritmo constante y una tensión creciente hasta el clímax final.
El diseño sonoro y la música contribuyen eficazmente al miedo: voces distorsionadas, cantos religiosos invertidos y ruidos metálicos se mezclan para generar una atmósfera opresiva. Los momentos de silencio absoluto refuerzan la sensación de que algo maligno acecha en cada esquina. Cada efecto auditivo parece diseñado para alterar al espectador y sumergirlo en el conflicto entre la fe y el mal.
Exorcismo en el Vaticano (2015) combina el horror sobrenatural con un trasfondo religioso y conspirativo, sugiriendo que el mal puede infiltrarse incluso en los lugares más santos. Aunque se apoya en fórmulas conocidas del cine de exorcismos, su ambientación global y su toque de thriller eclesiástico le dan una identidad propia. Una historia sobre el poder de la fe, la fragilidad humana y la eterna batalla contra las fuerzas del infierno. 🔥