
Jim es un niño huérfano atrapado en una vida triste con sus crueles tías Esponja y Estiércol. Su mundo es sombrío, hasta que un misterioso personaje le entrega unos “cocodrilos mágicos” que accidentalmente caen junto a un durazno… haciendo que la fruta crezca hasta convertirse en un barco viviente con criaturas extraordinarias a bordo.
Dentro del durazno, Jim encuentra una nueva familia: un grupo de insectos tan extravagantes como entrañables. Juntos emprenden un viaje fantástico hacia la ciudad de Nueva York, enfrentando tiburones mecánicos, esqueletos piratas y sus propios miedos internos. Cada etapa del viaje es una metáfora sobre crecer, sanar… y atreverse a imaginar.
Dirigida por Henry Selick (el genio detrás de *El extraño mundo de Jack*), Jim y el durazno gigante mezcla acción real con animación en stop motion, creando una experiencia visual única. Basada en el libro de Roald Dahl, la película respeta su tono oscuro y encantado, llevando al espectador por un viaje tan emotivo como visualmente creativo.
Con canciones originales compuestas por Randy Newman, la música aporta ligereza y calidez a la historia. Los temas refuerzan la conexión entre los personajes y el espíritu de aventura, como si cada verso brotara del durazno mismo.
Jim y el durazno gigante es una historia sobre pérdida, esperanza y segundas oportunidades. Una fábula moderna que nos recuerda que incluso los niños más solos pueden encontrar su lugar… si se atreven a trepar por la rama del cambio. 🌱🍑