
Dirigida por Peter Jackson, King Kong (2005) es una ambiciosa nueva versión del clásico de 1933. Ambientada en los años 30, la historia sigue al director de cine Carl Denham (Jack Black), quien organiza una expedición a la misteriosa Isla Calavera. Allí, junto a la actriz Ann Darrow (Naomi Watts) y el guionista Jack Driscoll (Adrien Brody), se toparán con criaturas prehistóricas y con un gigantesco simio que cambiará sus vidas para siempre.
Cuando Ann es ofrecida como sacrificio por los nativos, King Kong la toma como prisionera. Sin embargo, lo que comienza como terror se convierte en un inesperado lazo de compasión y protección entre la joven y el coloso, un vínculo que humaniza al monstruo y lo convierte en un símbolo trágico.
Naomi Watts ofrece una actuación sensible y emocional como Ann Darrow, mientras que Adrien Brody aporta seriedad como Jack Driscoll. Jack Black sorprende con un papel diferente a lo habitual como Carl Denham. Además, la interpretación digital de Andy Serkis dio vida a Kong con una expresividad nunca antes vista.
Con efectos especiales revolucionarios para su época, la película muestra impresionantes escenas de acción: desde la lucha de Kong contra dinosaurios en la isla hasta su icónico enfrentamiento en lo alto del Empire State Building. La dirección artística y la recreación digital de Nueva York en los años 30 son deslumbrantes.
La banda sonora compuesta por James Newton Howard añade emoción y grandeza a cada escena, equilibrando la acción, el romance y la tragedia. Sus notas refuerzan el carácter épico y sentimental de la historia.
King Kong (2005) no solo es un homenaje al clásico original, sino también una reinterpretación que combina espectáculo visual con una historia profundamente emotiva. Una superproducción que reafirma el lugar de Kong como uno de los monstruos más icónicos del cine.