
Dirigida por Paul Greengrass, La ciudad de las tormentas (título original Green Zone) es un thriller de acción ambientado en la guerra de Irak que combina tensión militar, política y conspiración. Con un sólido reparto encabezado por Matt Damon, la película plantea la pregunta: ¿y si la verdad fuese el arma más peligrosa en un conflicto donde todo lo demás es mentira?
La historia sigue al oficial del ejército Roy Miller (Matt Damon) durante la invasión de Irak en 2003, cuando es enviado a buscar armas de destrucción masiva en lo que se conoce como la “Zona Verde”. Sin embargo, lo que encuentra no son armas… sino una enorme red de engaños. Mientras se adentra en un territorio inestable, Miller descubre que su misión es solo parte de un teatro mayor, y debe decidir si seguir órdenes o perseguir la verdad por su cuenta.
Matt Damon ofrece una interpretación convincente de un soldado con principios en medio del caos. Su Roy Miller no es el héroe perfecto: es humano, dudoso y cansado. A su lado, Greg Kinnear, Brendan Gleeson y Amy Ryan completan un reparto que aporta peso dramático y realismo, permitiendo que la película explore tanto la acción como la intriga política.
Paul Greengrass utiliza su estilo frenético y cercano para colocar al espectador dentro del conflicto. La combinación de tomas en movimiento, hand-held y edificios derruidos crea una sensación de urgencia constante. Las secuencias de combate, las emboscadas y los interrogatorios se entrelazan con escenas de investigación, manteniendo un ritmo implacable que refuerza la idea de que, en un conflicto así, la mayor presión no viene del enemigo, sino de los propios aliados.
Más que una película de explosiones o soldados en combate, La ciudad de las tormentas se centra en el engaño institucional y la manipulación de la información. A medida que Miller se adentra en la búsqueda, la historia revela cómo la guerra no solo se libra con balas, sino con verdades ocultas. El guion crea un ambiente de sospecha en el que resulta difícil saber en quién confiar, y plantea que la verdadera arma podría ser el control de lo que la gente cree.
La ciudad de las tormentas (2010) es un filme intenso, visualmente tenso y profundamente comprometido con su temática. Con un protagonista creíble, un director que domina la acción y un conflicto que aún resuena hoy, ofrece más que entretenimiento: es una invitación a cuestionar lo que vemos, lo que se nos dice y lo que nos ocultan. Una película que mezcla misión militar con investigación moral, y que se queda grabada en la mente mucho después de los créditos.