
Matilda Wormwood no es una niña cualquiera. Mientras su familia pasa el día mirando televisión basura y despreciando el conocimiento, ella aprende a leer por sí misma a los 3 años, se enamora de los libros y desarrolla una curiosidad infinita por el mundo. Pero su inteligencia es solo el principio: hay algo en Matilda que va más allá… algo que está esperando despertar.
Los padres de Matilda no solo no la entienden: la ignoran, la subestiman y la castigan por ser diferente. Y cuando la mandan a la escuela Crunchem Hall, dirigida por la temible Señorita Tronchatoro, todo empeora. La directora gobierna con gritos, castigos y una brutalidad absurda que aterroriza a los alumnos. Pero allí también conoce a la Señorita Miel, una maestra dulce, sensible… y la primera persona que realmente ve a Matilda como es.
A medida que Matilda enfrenta injusticias, comienza a desarrollar poderes telequinéticos: puede mover cosas con la mente. Poco a poco aprende a controlarlos, no para vengarse, sino para defender a quienes no pueden defenderse. Con su ingenio, sus poderes y su sentido de la justicia, Matilda idea un plan para cambiar su historia… y ayudar a otros a cambiar la suya.
Dirigida por Danny DeVito (quien también interpreta al padre de Matilda), la película combina humor negro, ternura, fantasía y crítica social. Adaptada del clásico de Roald Dahl, logra equilibrar momentos dolorosos con escenas cómicas y mágicas, en un tono que no subestima a los niños, sino que los empodera.
La banda sonora acompaña con ligereza y emoción el crecimiento de Matilda, el descubrimiento de sus habilidades, y la conexión con la Señorita Miel. No necesita grandes temas épicos para conmover: la magia está en los detalles, los silencios, y los gestos que hablan más que mil palabras.
Matilda es una historia sobre inteligencia, resiliencia y justicia. Nos recuerda que los adultos no siempre tienen la razón, que ser diferente puede ser un don… y que incluso en los entornos más oscuros, una mente brillante puede iluminarlo todo. Una película que sigue creciendo con cada generación que la mira.